[dropcap]L[/dropcap]as empresas que fabrican y comercializan cigarrillos en el mercado dominicano no se temen entre sí.
Su competencia está debidamente marcada por la oferta y demanda de sus productos, precios sobre la base de unos costos bien establecidos y consumidores que las prefieren porque son garantes de lo que sirven, independientemente de los efectos sabidos que tiene el tabaco en la salud. La Ley 42-01 es explícita en este último aspecto y las empresas lo advierten.
El gran problema del sector está en el contrabando que en los últimos tres años se ha convertido en el más temible y peor competidor. Su peligrosidad está determinada con precisión porque no incurre en costos de fabricación, ni publicidad, ni pagos de impuestos o seguridad social y se maneja en la sombra.
El peor aliado está en la debilidad que hay en los controles de entrada y salida de mercancías del país. La llegada de la Mosca del Mediterráneo es un ejemplo de que no se cumplen todos los protocolos en las aduanas, especialmente en lo que compete a la parte sanitaria. El Estado perdió RD$1,200 millones en 2014 por el contrabando de cigarrillos, según estimaciones oficiales.
Hace aproximadamente tres años el contrabando de cigarrillos representaba menos de un 2% y no era una gran preocupación para las empresas. Ahora sí lo es. El sólo hecho de que pase un contenedor de 40 pies repleto de mercancía sin que pague los impuestos de lugar afecta no sólo al sector, sino también al fisco.
Philip Morris posee alrededor del 80% del mercado local, British American Tobacco (BAT) posee alrededor del 11% y el resto lo tiene La Tabacalera.
El director de Asuntos Corporativos de Philip Morris en República Dominicana, Manuel Cabral, está claro del gran problema que tiene el país por el contrabando de cigarrillos. La cantidad de personas afectadas económicamente por este mal crece cada día.
Afirma que sin duda el contrabando es el principal competidor de la industria local de cigarrillos, pues a mediados de 2012 representaba cerca del 2%, pero ahora ha subido a una incidencia de aproximadamente 18%, lo que en términos de crecimiento es anormal si se tratara de una empresa legalmente establecida.
Cabral destaca que hay diferencias marcadas entre las estadísticas que maneja la Dirección de Impuestos Internos (DGII) y lo que sucede en la realidad, ya que el contrabando de cigarrillos no se da a través de negocios establecidos con Registro Nacional de Contribuyentes (RNC), sino que es vía los colmados, paleteras, cafeterías y otras variables de comercio informal.
Cabral señala que no basta con decir el contrabando afecta el consumo de ron y cigarrillos. A su entender, el mercado necesita respuesta sobre las razones. El ejecutivo de Philip Morris considera que los datos de la DGII respecto al consumo de cigarrillos indican en realidad que la magnitud de la caída en las recaudaciones es mayor, pero no así el consumo.
“Normalmente el mercado podía caerse hasta un 4% anualmente desde 2006 con la reforma fiscal. Teníamos la corazonada a mediados del año pasado porque veíamos que si sumábamos los números de la caída más incidencia del cigarrillo nos daba más que el mercado total”, indicó. En 2013 y 2014 hubo una caída promedio de 18%, lo que no es normal a juzgar por los parámetros del mercado dominicano.
El único año en que hubo un crecimiento fue en 2010 como resultado de la cantidad de personas y delegaciones internacionales que llegó para trabajar en las labores de reconstrucción del terremoto de Haití.
El economista Miguel Collado Di Franco, del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), ha analizado el tema en varias oportunidades. En un artículo publicado en octubre de 2012 analizó los efectos que podría tener la ley 253-12, señalando que el incremento que planteaba para los impuestos selectivos al consumo (ISC) de bebidas alcohólicas y cigarrillos resultaría en efectos no deseados.
“En ese momento hicimos referencia a que, como ha sucedido antes en el país, un incremento a los ISC conllevarían a fomentar la evasión y elusión, el contrabando y la falsificación. Consecuencias todas que, como en experiencias anteriores, aquí y en otros países, tendrían un efecto negativo sobre las recaudaciones, la salud de los consumidores y el clima institucional”, apuntó el economista.
De Franco refiere al ministro de Finanzas de Singapur, Lee Hsien Loong, quien dijo: “Consideré seriamente elevar los impuestos al tabaco, pero he tenido que decidir de manera renuente lo contrario, porque ya estamos viendo la caída en los ingresos, no porque la gente está fumando menos, sino porque el contrabando ha aumentado”.
Destaca que en el caso de las bebidas alcohólicas y los cigarrillos es fácil entender el efecto, pues cuando los impuestos encarecen un producto, sus compradores tenderán a buscar alternativas más baratas. Y es lo que ha sucedido en el caso de los cigarrillos y el alcohol, lo cual es señalado por el ejecutivo de Philip Morris.
Di Franco es muy explícito: Cuando existe un mercado de personas que desean una opción que les proporcione el mismo beneficio a un precio más bajo, surgirá un incentivo paralelo sobre personas que tratarán de suplir el producto en cuestión. “Independientemente de las consecuencias legales, lo anterior tiende a producirse en todas partes del mundo; aún en países con sistemas policiales y judiciales más eficientes que los nuestros. Los mercados informales surgen siempre que las políticas públicas creen los incentivos para que esto suceda”, sostiene.
Para el representante de Philip Morris, quien revela que la empresa hace un monitoreo constante de las nuevas marcas que frecuentemente entran al mercado de contrabando, destaca que esta práctica ha evolucionado. Explica que luego de iniciarse por la frontera, por malas prácticas de comercio de una fábrica establecida en Haití, ya el mayor contrabando se realiza por los puertos marítimos dominicanos.
Entre las principales amenazas del mercado local de cigarrillos son los denominados “genéricos”, que no son más que productos similares a los que se les coloca cualquier marca. “Capital, Capital Menthol, Capital Rojo, Gold City Rojo, Gold City Menthol, 360 y GBR, están entre las marcas. Cada contenedor de 40 pies tiene entre 9 y 10 millones de unidades de cigarrillos, por lo que cuando se logran desaduanizar una marca nueva en menos de un mes puede estar distribuida en todo el territorio nacional. El valor del mercado anda por los RD$50 millones, de los que RD$28 millones son ganancias.
Cabral reconoció los esfuerzos que han venido realizado las autoridades para frenar el contrabando en todas sus expresiones. De hecho, destaca, en 2013 se incautaron 500 millones de unidades y el año pasado 34 millones.
“El contrabando de cigarrillos funciona igual que cualquier otro negocio ilícito, como si fuera el crimen organizado”, apuntó el ejecutivo de Philip Morris, quien reconoció el trabajo que realiza la Dirección General de Aduanas (DGA), a pesar de los escasos recursos son los que trabaja, lo que no le permite llegar a la raíz del problema. Cabral considera que las autoridades están obligadas a presentar casos que sirvan de ejemplo, en los que sean sometidos los verdaderos responsables y no limitarse sólo a presentar la mercancía incautada. Panamá es el canal para el contrabando de cigarrillos desde Asia.
Afectados por el mal
Collado Di Franco explica que el comportamiento de las recaudaciones de los ISC a cigarrillos y bebidas, el incremento en la actividad ilegal, y la disminución en las ventas y producción legal indican que se están verificando efectos no deseados de los aumentos de impuestos de la Ley 253-12.
En teoría, destaca, los impuestos selectivos están diseñados para intentar disuadir el consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas, y para ser usados en políticas de salud pública relacionadas con el consumo de los mismos. Sin embargo, dice, la realidad es que los gobiernos, en distintos países, ven estos impuestos como una forma de obtener recaudaciones.
Como las bebidas alcohólicas y los cigarrillos que proceden del mercado negro o informal no son producidos en facilidades fiscalizadas o registradas legalmente, su volumen es difícil de estimar. Sin embargo, en diferentes países existen informes oficiales sobre estadísticas relacionadas con el contrabando.
En República Dominicana no hay estadísticas oficiales que proporcionen una noción del tamaño del mercado informal de bebidas y cigarrillos. Por lo tanto, sostiene el economista, es necesario recurrir a fuentes que puedan proporcionar una idea de los volúmenes contrabandeados, teniendo en cuenta que son aproximaciones del mercado informal real.
“Comerciante: Cuidado con lo que vendes”
En un esfuerzo en conjunto, representantes de la Procuraduría General de la República, a través de la Procuraduría Especializada de la Salud, y miembros del equipo de la Dirección General de Aduanas, inspeccionaron cerca de 20 negocios de la ciudad capital, donde se incautaron miles de unidades de cigarrillos ilegales, entre las marcas Capital, Cumbia, Jaisalmer, GBR, Gold City y Gold Seal.
Los negocios visitados por las autoridades fueron notificados de posibles sanciones en caso de continuar comercializando estos productos ilegales, los cuales no cumplen con el pago de los impuestos correspondientes, así como la violación de las normas de regulación y advertencias de salud, entre otros aspectos.
Durante el operativo, representantes del equipo de la Fiscalía realizaron la colocación de los afiches de “Comerciante: Cuidado con lo que vendes”, los cuales forman parte de la iniciativa de la Mesa Presidencial Contra el Contrabando, la Falsificación e Informalidad de Bienes para resaltar las consecuencias legales que conlleva la comercialización de productos de contrabando.
De acuerdo con el reporte oficial de las autoridades, estas acciones fueron precedidas por las llevadas a cabo por la Fiscalía del Distrito Nacional, donde fueron impuestas medidas de coerción a los propietarios de los negocios “La Estrella de Mao” y “Comercial Rosa”. Ambos comercios fueron allanados en operativos conjuntos, cerrados y sancionados por la venta de cigarrillos de contrabando.