El petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este viernes con un descenso del 3.8%, hasta los US$39.77 el barril, por el temor a una lenta recuperación de la crisis causada por el covid-19, así como por las preocupaciones por una posible débil demanda de crudo.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en octubre restaron US$1.60 con respecto a la sesión previa del jueves.
El crudo de referencia en Estados Unidos concluye así su primera semana con pérdidas después de haber concatenado cuatro acumulando ganancias.
Según algunos expertos, los temores sobre una débil demanda continúan a pesar de que este viernes se ha sabido que el empleo aumentó en agosto por encima de lo esperado, con lo que el índice de desempleo descendió 2.4 puntos porcentuales hasta el 8.4%, una cifra mejor que la esperada por los analistas, que lo situaban en el 9.8%.
Sin embargo, dicho movimiento ha contribuido a fortalecer el dólar, lo que ejerce presión sobre los precios del petróleo marcados en esta divisa.
Otros analistas también sostienen que el petróleo se ha visto arrastrado por las amplias pérdidas registradas en la Bolsa de Wall Street y por las preocupaciones derivadas del agotamiento de los fondos federales para la ayuda financiera a los afectados por la crisis del coronavirus.
De este modo, de acuerdo a la información de la empresa FactSet, el oro negro ha cerrado la semana con una caída global del 7%, alcanzando un mínimo que no se veía desde el pasado julio.
Mientras, los contratos de gasolina con vencimiento en octubre descendieron ligeramente hasta los US$1.77 el galón y los de gas natural para entrega en el mismo mes subieron hasta los US$2.58 por cada mil pies cúbicos.