Resulta primordial tener una noción básica del entorno macroeconómico antes de tomar decisiones financieras. Las políticas laxas y la abundancia de liquidez en la economía dominicana han generado el efecto deseado en cuanto a las tasas activas.
Dadas las circunstancias financieras actuales en República Dominicana, es un momento oportuno para que las empresas y particulares aprovechen el entorno de bajos tipos para financiarse.
La liquidez bancaria y el medio circulante (M1) se han ubicado en niveles no vistos desde hace más de cinco años. El excedente de liquidez bancaria ha alcanzado niveles récord en el ultimo mes, hasta colocarse por encima de RD$60 mil millones (a 28/08/2020). Para que tengan una idea, típicamente, el promedio de liquidez bancaria se ubica en torno a los RD$21 mil millones.
Por otro lado, el Medio Circulante (M1) ha incrementado aproximadamente un 29% desde agosto del año pasado a agosto de 2020. Es decir, los billetes y monedas en poder del público en general han subido de RD$377,874.6 mm (Agosto 2019) a RD$484,922.2 (a 24/08/2020). Además, el Banco Central de la República Dominicana ha puesto a disposición RD$60 mil millones adicionales a través de la Facilidad de Liquidez Rápida.
El exceso de liquidez que actualmente vemos en el mercado ha generado un efecto bajista, tanto en las tasas activas como pasivas. Cabe puntualizar que la tasa activa promedio ponderada de la banca multiple ha caído unos 300 pbs desde el principio de la pandemia en marzo, mientras que la TIPP ha bajado alrededor de 100 pbs.
En fin, estos altos niveles de liquidez crean un entorno propicio para solicitar nuevos préstamos con tasas más atractivas y/o reesructurar su crédito actual con condiciones más favorables. Aunque los tiempos de bajos tipos no suelen ser favorables para ahorradores y/o inversionistas, pues podría ser estratégico aprovechar la coyuntura actual ante la posibilidad de que los tipos de interés disminuyan aún más.
La era de bajos tipos y políticas expansivas se alarga en el tiempo, lo que nos permite tener una mentalidad más largoplacista a la hora de solicitar financiamiento.