[dropcap]E[/dropcap]l Metro de Santo Domingo ha demostrado ser el único medio de transporte que cumple con los estándares de seguridad, comodidad, frecuencia horaria y modernidad que demanda y merece la población.
El subdirector de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret), Leonel Carrasco, considera que hay esperanza de una solución al caos que afecta al sector. “Vamos lento, pero vamos bien”, sostiene.
A su entender, el Metro de Santo Domingo ha demostrado que la población quiere un mejor sistema para trasladarse en la ciudad, lo que se demuestra en la conducta de los usuarios una vez ingresan a sus instalaciones.
El compromiso es de primer orden. El funcionario destaca que alrededor de 35% de la población está en el Gran Santo Domingo y revela que todas las semanas toma el Metro para inspeccionar las dos líneas. Lo mismo hace con la Omsa y los “carros de concho”.
De acuerdo con Carrasco, el Metro transporta alrededor de 215,000 por día y ha habido picos de hasta 250,000, lo que en cierto modo ha contribuido a mejorar el transporte de pasajeros en las rutas donde influye el sistema.
Ahora bien, el funcionario asegura que la apuesta que hace el Metro por ser un medio moderno de transporte cuesta mucho sacrificio.
“Hemos querido mantener la medida en nuestro Metro de que no se venda alimentos dentro de las instalaciones. Tenemos rentados varios locales, principalmente a servicios bancarios, casas de cambio, farmacias, bancas de apuestas, venta de libros y tiendas de bisuterías, entre otras”, explicó.
Según el funcionario, la decisión de no permitir el consumo de alimentos en las instalaciones tiene que ver con higiene y seguridad. Explicó que las botellas plásticas de refrescos o cualquier bebida pueden provocar traumas en el servicio.
Informó que las autoridades del Metro, luego de la experiencia negativo del joven que provocó el incendio en uno de los vagones, reforzaron las medidas de seguridad y de manera aleatoria se da seguimiento a personas que pudieran ser sospechosas.
Locales comerciales
Indicó que sólo por la renta de los locales en las instalaciones del Metro el Estado recibe alrededor de RD$20 millones al mes, a lo que hay que agregarles otros RD$1,350 millones al año por el pasaje que pagan los usuarios, alrededor de RD$4.5 millones cada día.
El funcionario reveló que en estos momentos cerca del 35% de los espacios está rentado. “Debió de haber más. Hay empresas como las de bebidas, las cuales aportan mucho, que nos les interesa porque no se permite en las instalaciones”, indicó. Indicó que ningún sistema de metro es rentable en el mundo. Sin embargo, dijo, el gobierno dominicano está entre los que menos paga por el subsidio, a pesar de que el costo para el pasajero es de menos de medio dólar.
El subdirector de la Opret destacó que quienes utilizan el metro ahora destinan el 16% de su salario en transporte, mientras que antes era el 24%, lo que a su entender es un aumento indirecto de salario que se refleja en el bienestar de la gente.
Carrasco explicó que el Metro permite a los vendedores llevar sus mercancías, incluso a aquellos que venden comida, con la salvedad de que no pueden vender nada dentro de las instalaciones para mantener la limpieza.
Creación
La Opret fue creada en septiembre de 2005 por el presidente Leonel Fernández con el decreto 477-05, como una oficina de carácter transitorio, con la finalidad de diseñar sistemas integrados de transporte rápido masivo, para las principales ciudades del país. Diandino Peña ha sido el único director, con rango de Secretario de Estado, que ha tenido la Opret, lo que indica que tiene casi diez años al frente. El carácter transitorio de la Opret fue modificado mediante el decreto 708-11.
Choferes y políticos
El subdirector de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret), Leonel Carrasco, reconoció el derecho que como ciudadanos dominicanos tienen los tres principales dirigentes y empresarios del transporte a aspirar a posiciones políticas.
Sin embargo, Carrasco interpreta el fenómeno como una práctica no ética de parte de los transportistas que presiden los tres principales gremios del sector transporte, ya que no se ve bien que un dirigente de esa categoría, que preside un gremio importante, sea un aspirante a un cargo político mientras está como directivo principal de una organización que no debería relacionarse con lo partidario.
“En lo particular, yo creo que no es ético porque usted no puede ser dirigente del transporte, como gremio, y ser un aspirante por un partido”, sostuvo el funcionario, quien entiende que éticamente son dos roles que no coinciden.