La pandemia del covid-19 ha puesto en evidencia la importancia de los datos abiertos para encontrar alternativas que permitan analizar y crear soluciones a los problemas de los países.
Así lo destaca el director de Proyectos del Índice de Progreso Social e investigador de CLACDS/INCAE, Jaime García, quien señala que, aunque la pandemia está lejos de terminar y las crisis sociales y económicas que la acompañan seguirán presentes en el corto y mediano plazo, “hay una oportunidad para pasar a un modelo en el que los datos y estadísticas públicas dejen de ser vistos como productos cerrados y aislados”.
El investigador asegura los Estados deben desarrollar plataformas de datos abiertos “que pueden ayudar a generar confianza, transparencia, información, conocimiento, aplicaciones y herramientas que sirvan para acelerar los procesos de reconstrucción y recuperación. La gran crisis del siglo XXI requiere respuestas acordes al siglo XXI”.
García explica que el gran cúmulo de información que circula en internet demuestra que las personas viven en constante inmediatez. “Estas capacidades digitales no sólo implican cantidad, también significan inmediatez y disponibilidad; características que durante la pandemia nos han permitido darle un seguimiento día con día a la evolución de la enfermedad, prácticamente, caso por caso en 188 países”.
Al resaltar el papel de la Universidad Johns Hopkins en el seguimiento de los casos de covid-19, el investigador afirma que “alrededor del mundo, este acceso y manejo de datos ha permitido generar herramientas e iniciativas que producen valor a partir de las estadísticas para atender y entender la crisis que la pandemia ha generado”.
Gracias al manejo de los datos abiertos es posible diseñar modelos predictivos para visualizar y cuantificar el avance y comportamiento de la pandemia; análisis de impactos sanitarios diferenciados por comunidad, raza o género; medición de la movilidad para identificar los patrones de contagio del virus, y/o para generar alianzas público privadas que permitan la adopción de soluciones tecnológicas en las estrategias nacionales.
En ese sentido, y en el contexto de la pandemia, agrega García, “el tener datos estadísticamente robustos, creíbles, relevantes, recientes, y en formatos accesibles va más allá de un instrumento de comunicación y rendición de cuentas, pues estos datos tienen el potencial de transformarse en un insumo estratégico para la generación de herramientas, acciones y colaboraciones que ayudan a los países a mejorar su respuesta ante la crisis global que enfrentamos”.
Explica que no todos los datos públicos tienen el potencial de ser herramientas de impacto y colaboración, para esto tienen que cumplir con ciertas características definidas a nivel mundial a través del concepto de “Datos Abiertos”. Es decir, datos a los que cualquiera puede acceder, usar y compartir. Los datos abiertos en general tienen que cumplir con criterios básicos como:
Completos: Las bases de datos deben de estar disponibles de forma completa, sin cortes, cálculos, o interpretaciones, respetando las normativas de privacidad y seguridad.
Granulares: Los datos deben de estar ligados a la fuente de origen, con el mayor nivel de granularidad posible, no en forma agregada o modificada.
Actuales: Los datos deben estar disponibles en su versión más reciente posible para preservar su valor.
Accesibles: Los datos deben de estar disponibles para la mayor cantidad de usuarios y para la mayor cantidad de usos. Los datos no son accesibles si requieren de formularios web, o tipos específicos de navegadores, o si no se permite el acceso a herramientas automatizadas debido a un archivo de verificación de robots.
Automatizables: Los datos deben de ser accesibles por mecanismos automatizados que faciliten el acceso y análisis de estos.
Incluyentes: Se debe permitir el acceso anónimo a los datos públicos.
Formatos libres: Los datos se presentan en un formato en el que ninguna entidad tiene un control exclusivo.
Sin licencia de propiedad: Los datos no están sujetos a ningún reglamento de derechos de autor, patente, marca registrada o secreto comercial. Pero aplican restricciones de privacidad y seguridad de acuerdo con las normativas nacionales.