No es ningún secreto para nadie el gran reto de continuar reabriendo la economía dominicana sin agudizar la crisis sanitaria. Estamos atravesando por tiempos inciertos donde todos debemos aportar nuestro granito de arena a través de soluciones innovadoras. En el plano económico y financiero, el mercado de valores de la República Dominicana representa una fuente adicional de financiación para las empresas radicadas en el país.
El mercado de valores dominicano ofrece alternativas de financiación para las grandes, medianas y pequeñas empresas. Cabe puntualizar, que este segmento del sector financiero no es una fuente de financiación viable para todas las compañías. Por otro lado, se han liquidado valores por un monto de aproximadamente US$28 mil millones en el primer semestre del 2020, lo que representa en torno al 30% del PIB dominicano.
En la actualidad, existe mucha liquidez en este mercado que vincula a inversionistas con empresas. En adición a los préstamos tradicionales de la banca dominicana, pues sería interesante que las compañías evalúen la posibilidad de emitir deuda a largo plazo. Las empresas aumentarían su capital de trabajo, contratarían nuevo personal, y podrían invertir en diversos proyectos alineados con la nueva realidad.
La crisis sanitaria nos ha forzado a reinventarnos de forma colectiva y a no descartar ninguna política monetaria que pudiera acelerar la recuperación económica. La flexibilización cuantitativa es una política monetaria no convencional, usada primordialmente por los bancos centrales de países industrializados. Dicho esto, los mercados emergentes, como el de República Dominicana, también pueden usar la expansión cuantitativa.
Aproximadamente una docena de países de escasos recursos en África y América Latina, entre otros, tienen programas de compra de activos para ayudar a los mercados de renta fija durante la pandemia. Los bancos centrales aumentan la cantidad de dinero en circulación mediante la compra directa de bonos corporativos y deuda del sector público. En este caso, la autoridad monetaria mantendría los activos en su balance a largo plazo, hasta que el mercado pueda nuevamente absorber los mismos.
Se pueden usar instrumentos en el mercado de valores dominicano que ayudarían a paliar los efectos nocivos de la pandemia. Por ejemplo, los fondos provenientes de bonos verdes o sociales, se podrían invertir en el sector salud y en otros segmentos clave de la economía dominicana.
Los fondos de inversión también juegan un rol importante en la reactivación económica, ya que pueden invertir montos considerables en los sectores productivos del país. Por ejemplo, Pioneer y JMMB Funds, son dos de las principales administradoras de fondos de inversión en República Dominicana, que comercializan fondos que invierten en la economía real. La titularización de activos también es otro instrumento que fomenta la colocación de préstamos hipotecarios con tasa fijas atractivas.
En fin, aunque resulte difícil de creer, actualmente hay inversionistas con apetito de riesgo, sobre todo, tomando en consideración el entorno de bajos tipos de interés en países avanzados. El mercado de valores dominicano podría abrirse al mundo y ofrecer alternativas de inversión para estos inversionistas con perfiles conservador y moderado. De esta forma, entraría liquidez de inversionistas internacionales, convirtiéndose en otro sector generador de divisas y empleo.