La cervecera holandesa Heineken ha registrado pérdidas netas de €297 millones al cierre del primer semestre de 2020, en contraste con el beneficio neto de €936 millones contabilizado en los seis primeros meses de 2019 como resultado del impacto adverso de la amortización de activos tangibles e intangibles, tal como había adelantado la multinacional.
En concreto, la cervecera holandesa estima que el impacto negativo de atípicos en la primera mitad de 2020 ascendió a €524 millones, frente a los €118 millones del primer semestre de 2019.
Sin tener en cuenta el impacto de elementos extraordinarios y amortizaciones, el beneficio operativo de la cervecera disminuyó un 53.5%, hasta €827 millones. De su lado, los ingresos de Heineken entre enero y junio sumaron €11,156 millones, un 17.9% menos que en el primer semestre del año pasado.
“Nuestro resultado final se vio desproporcionadamente afectado debido a la disminución del comercio europeo, así como a las restricciones temporales de los gobiernos sobre nuestras actividades en México y Sudáfrica. Hemos tomado medidas de mitigación e intensificaremos aún más nuestro enfoque en los costes”, indicó Dolf van den Brink, consejero delegado y presidente del consejo de Heineken.