Siempre he dicho que una aseguradora bien manejada no tiene que perder dinero, solo en circunstancias catastróficas fuera de sus modelajes, como ocurriera en Puerto Rico cuando los Ciclones Irma y María, donde los cúmulos de pérdidas con más de 300,000 reclamos, fueron demasiado y los reaseguradores perdieron más aún. Y tal vez por eso algunos creen que es bueno invertir en aseguradora y presionan para lograr obtener licencia en nuestro ya saturado mercado, lo que la Superintendencia debiera tener mucho cuidado.
Actualmente ante la crisis sanitaria producto de la pandemia, es complejo ver cómo la siniestralidad de las ARS, que se comprometieron a cubrir los costos de los enfermos del covid-19, tengamos una siniestralidad que no llega al 70% a mayo, cuando la normal era alrededor de 90%. Es entendible ya que muchos tratamientos están suspendidos si no son de emergencia, y deben hacer reserva porque esos padecimientos se acumularan y en cualquier momento acudirán a los hospitales y clínicas en busca de soluciones.
En cuanto al ramo de vehículo, este está incidiendo mucho en los beneficios de las aseguradoras que a mayo 20, ya hemos más que duplicado mayo 19, donde una siniestralidad normal de 65% promedio a esta fecha ronda los 45%, lo que incide mucho en los beneficios de las aseguradoras que generalmente tienen el riesgo a retención, o sea, no pagan reaseguros y es cuando debemos transferir parte de los beneficios de la baja siniestralidad a nuestros asegurados, lo que implicaría un ahorro para estos, pero también una muestra de que vale la pena manejar con cuidado.
Nosotros no somos de los que creemos que la siniestralidad subirá de golpe y se acumulara en la proporción que ha bajado, eso es una excusa para mantener las primas altas, y se lo digo, porque nuestras tarifas son dinámicas. Las subimos por modelos de los vehículos cuando los mismos tienen más accidente de lo normal, con la rapidez debida que no nos ocasionen pérdidas, por lo que debemos hacer lo mismo cuando ya tenemos una baja significativa desde marzo.
Los beneficios a mayo del 2019 de las aseguradoras rondaban los RD$1,500 millones de pesos, y a mayo de este año ya sobrepasan por mucho los RD$3,000 millones, y el 2019 fue un gran año donde obtuvimos beneficios técnicos considerables, por lo que entiendo no debemos ser mezquinos con nuestro clientes, y hacerlo partícipe del ahorro que ha significado para el mercado, en que estemos chocando menos.
En cuanto a los demás ramos, dependemos mucho de los reaseguradores y estos no están muy complacientes en la renovación de nuestros contratos, donde para este año tenemos condiciones muy duras, con restricciones que afectarán las renovaciones de los programas de seguros de nuestros clientes y las nuevas emisiones de coberturas. Tal vez algunos clientes vean duplicarse sus primas, en un periodo donde están viendo sus ventas caer, sin tener la certeza de cuándo terminarán las restricciones económicas impuestas por causa de la pandemia, y esto hace más sentido y justicia la reducción de la prima en el seguros de vehículo.