Junto a la conmemoración del 59 aniversario de la gesta del 14 de Junio de 1959, donde un grupo de dominicanos intentaba derrocar al dictador Trujillo, liderado por nuestro héroe Manolo Tavarez Justo, también se conmemora la toma de La Bastilla en Francia en el 1789, que pone fin al régimen Monárquico, además conmemoramos el fallecimiento de Joaquín Balaguer en el 2002, quien fuera presidente de República Dominicana en múltiples ocasiones. Tan memorables acontecimientos nos sorprenden con 50 mil afectados por el coronavirus covid-19 y casi 1,000 defunciones.
Al 31 de mayo el mercado asegurador dominicano ha demostrado con sus cifras y sus acciones una sólida situación y una gran responsabilidad con sus clientes y relacionados. A pesar de la pandemia, el mercado asegurador lleva un crecimiento de más del 11%, y lo sorprendente es que el mayor porcentaje del mismo lo lleva el ramo de Incendios y líneas aliadas, con más del doble.
El mercado asegurador tiene un acumulado de prima al 31 de mayo de más de RD$25 mil millones. Lo más sorprendente para muchos es que los beneficios del mercado se están más que duplicando por la enorme reducción que tienen los accidentes de tránsitos, que pasaron de una siniestralidad promedio de un 65% a menos de un 45%. Donde no hay muy buenas noticias es el los cobros, viendo nuestras cuentas por cobrar aumentar a un 40%.
Y con estas cifras es bueno acotar, que las aseguradoras pudieron rápido pasar del trabajo presencial al trabajo remoto, o sea, que estaban preparadas para la resiliencia donde hoy tenemos muy pocas quejas de nuestros clientes y suplidores, a pesar de que nuestras oficinas aún permanecen con menos del 25% del personal trabajando y el resto atendiendo las necesidades de nuestros clientes desde sus hogares. Obviamente a nuestros colaboradores se les ha proporcionado todas las facilidades tecnológicas para dar respuestas oportunas, mientras cumplimos con todos los protocolos para proteger a nuestros empleados y clientes.
Y qué bueno que el mercado asegurador ha respetado tanto a sus clientes que hoy puede dar respuesta en las peores condiciones de la pandemia del covid-19 a sus clientes, ya que la complejidad del mercado es ser transversal a todas las demás actividades económicas, donde los actores o clientes no pagan por un producto o servicio que se llevan. No. Mantienen un matrimonio basado en un contrato por un servicio que pagan por adelantado, con solo la confianza y garantía de que cuando ocurran los siniestros, las aseguradoras les responderán con la calidad y rapidez requerida.
Ahora tenemos un gran reto por delante. Las aseguradoras deben prepararse para mantener la calidad del servicio, ser lo más oportunos con los clientes y relacionados, pero también cuidarse de los fraudes. Adecuar las plataformas de servicios con programas tecnológicos viables para el manejo común de nuestros clientes, e incrementar la preparación del personal, que deberá trabajar ahora desde sus máquinas, donde la integración de los equipos será reducida y menos participativa, y mantener la salud de nuestros colaboradores, ante los retos que imponen los cambios.