Desde el 2018, Uber Eats, Glovo y Hugo son las aplicaciones que más han penetrado el mercado dominicano. El establecimiento de políticas gubernamentales para combatir el covid-19 ha permitido que estas empresas reportaran un aumento en las ventas totales y mayores solicitudes en otras categorías como farmacias y supermercados.
Estas empresas tienen más de una década en funcionamiento, pero el paso del tiempo les ha permitido fortalecerse y han conquistado adeptos en toda la región, consolidándose en el gusto y preferencia de empresas y consumidores, por sus múltiples ventajas.
Las empresas de servicios de mensajería bajo demanda, cuyo objetivo, tal y como lo indica su nombre, es llevar un determinado producto de un lugar a otro, escogido por el usuario, en el menor tiempo posible y cuyo posicionamiento ha permitido que la economía colaborativa sea cada vez más fuerte.
De acuerdo con Omar Quesada, gerente senior de Consultoría de EY, la economía colaborativa se puede definir como un modelo económico en el que la idea central es el intercambio de bienes o servicios entre las empresas y personas, mediante una plataforma en línea, que unifica la oferta y la demanda.
La mayoría de estas aplicaciones de entrega funcionan muy parecido, son fáciles de manipular, están disponibles para iOS y Android, tienen prácticamente la misma oferta de restaurantes, comercios y servicios, y cuentan con promociones similares. Todos estos son factores claves para que tengan el crecimiento y la aceptación de los usuarios. Entonces, ¿por qué los dueños de restaurantes y los comerciantes recomiendan, sugieren en sus sitios, en sus apps, el uso de sus propios servicios de mensajería?
“Las respuestas pueden ser muchas, puede deberse a la comisión que le cobran a los conductores, a la comisión que debe pagar el restaurante o lo que algunos en esta cadena de suministro deben absorber cada vez que hay anomalías en el trayecto entre el restaurante y el cliente final. La comoditización de este tipo de servicio de mensajería, combinada con la facilidad de uso y la aceptación de los usuarios para pagar por este servicio sin cuestionar su costo, puede que nos esté impidiendo ver más y mejores opciones provistas directamente por el comercio”, detalló Quesada.