En las horas fuera del toque de queda, alrededor de un 71.5% de los dominicanos utiliza mascarillas en sus interacciones laborales y sociales como medida para prevenir el contagio del covid-19.
Sin embargo, mantener el distanciamiento físico y usar correctamente las mascarillas, así como el tipo adecuado (capacidad de filtro) será crucial para evitar los riesgos de aumento de contagios y un posterior colapso del sistema de salud dominicano ante la reapertura gradual de la economía.
Los planteamientos lo hizo el economista Juan Manuel Sontag, director general de Desarrollo Económico y Social del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), durante el “Seminario internacional de economía y salud: epidemiología para la formulación de políticas públicas”.
Sontag explicó, en el diálogo encabezado el titular del MEPyD, Juan Ariel Jiménez, que si en un escenario de parametrización cerca del 80% de la población usara mascarillas y si el tipo que predominara fuera la de tela y se erradicaran las caseras e improvisadas, se lograría reducir a la mitad los casos de covid-19.
Dijo que, de esa forma, se aplanaría un poco la curva y se prolongaría el pico más alto de contagio a inicios de enero de 2021. Esto, asegura el funcionario, otorgaría al sistema de salud un mayor tiempo para seguir preparándose en términos de insumos médicos, aumentar la capacidad de camas hospitalarias y daría “chance” a que se descubran nuevas características del coronavirus.
Detalló que la eficacia de las mascarillas dependerá de su tipo. En el escenario actual, indicó que las de tipo N95 tienen un 95% de eficacia, las quirúrgicas 92.5% y las de tela 50.9%. Mientras, las de fabricación casera solo tienen un 30% de eficacia frente al coronavirus, que al 2 de junio registra en el país 17,752 confirmados y 515 fallecidos.
Manifiesta que los datos que maneja arrojan que un 65% de los dominicanos más pobres usan mascarillas de fabricación casera, cuyo uso desaconseja.
“En promedio… la efectividad conjunta de ambos efectos (tipo de mascarilla que se usa y el uso correcto) se determina que el uso de las mascarillas en el país ronda cerca de 41%”, puntualiza Sontag, al subrayar que actualmente el país cuenta, en el sector público, con cerca de 3,000 camas hospitalarias para pacientes con coronavirus.
Recordó que que “cada día” se suman nuevas camas. Recalcó, en su ponencia sobre “Resultados y simulaciones de los modelos epidemiológicos”, que si el Gobierno no hubiera aplicado las medidas de distanciamiento, al día de hoy el sistema de salud “hace rato” estuviera saturado y en un “momento crítico”.
Estimó que el pico de contagiados se alcanzaría en octubre o noviembre, si no se masifica una campaña de medidas de prevención y uso adecuado de las mascarillas.
Modelos epidemiológicos
El uso de nuevo modelos epidemiológicos para el diseño de políticas públicas será fundamental para combatir los efectos socioeconómicos del covid-19, ya que permiten cuantificar los impactos de la interacción laboral y social en la expansión del virus, uso de equipos de protección y la interrelación con la actividad económica.
Bajo esa premisa, el ministro Juan Ariel Jiménez dio apertura al seminario virtual que contó con la participación de los expertos extranjeros Alfaro Murillo, investigador asociado en epidemiología en el Centro de Modelización y Análisis de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, así como con Rodrigo Zepeda, licenciado en matemáticas aplicadas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México.
En la parte local, estuvo, además de Sontag, los economistas Jaime Ariel Pérez Lara, director de la Unidad para el Fomento de la Investigación Económica y Social (UFIES), quien presentó los distintos modelos epidemiológicos que se usan en República Dominicana para la toma de decisiones y Francisco Ramírez, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), quien comentó las distintas ponencias que tuvieron participación en el seminario.