Desde antes de que se registraran casos de covid-19 en suelo dominicano varios sectores planteaban una inminente “reforma integral” una vez se posicione un nuevo Presidente, a partir del 16 de agosto.
Sin embargo, la emergencia sanitaria que obligó a la paralización en amplios sectores productivos del país para mantener el distanciamiento social y reducir los contagios, abre una interrogante sobre la necesidad de acelerar una reforma tributaria.
Para el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Juan Ariel Jiménez, la gestión que sustituya a la del presidente Danilo Medina debe poner sobre la mesa el tema de la reforma. “Se requiere un pacto fiscal que revise integralmente los ingresos, gastos y exoneraciones. No se debe ver uno sin el otro”, enfatizó.
Para el Consejo Nacional de Empresas Privadas (Conep) la discusión del tema debe ser postergada. “En estos momentos estamos concentrados en la crisis sanitaria y en darle reinicio ordenado y prudente a la actividad económica. Este tema no lo tenemos en el ‘tablero’ en este momento”, afirma su presidente, Pedro Brache.
También el decano de la Facultad decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), Jorge Báez, entiende que el ambiente electoral y la llegada de nuevas autoridades en agosto, dilatan cualquier movimiento en esa dirección.
Aunque reconoce que la urgencia de una reforma tributaria ya tenía elementos para ejecutarse, considera que ahora con la crisis económica generada por el covid-19 se sientan las bases para que el tema “se ponga sobre la mesa más temprano que tarde”. Esto, asegura Báez, sobre la base se un pacto fiscal que contemple la reducción y reestructuración del gasto del Gobierno.
Para el empresario Fernando Capellán, presidente de Grupo M y Codevi, el país debe hacer varias reformas, incluyendo la integral que contenga no solo los ingresos y egresos sino que simplifique la recaudación de muchos impuestos y así aumentar la cantidad de contribuyentes, pese al alto nivel de informalidad.
Varios de los consultados no creen que la misma se realice en lo que queda de este 2020, por la coyuntura sanitaria y política actual.
Refirió que el país requiere, además, mayor compromiso y confianza del Gobierno hacia el sector privado y viceversa, en materia de medio ambiente, institucionalidad y producción en sentido general, para salir adelante, no solo en la coyuntura actual, sino en el período poscoronavirus.
Entiende que para resolver estos temas se necesita, además de una inversión de dinero, de hacer cambios estructurales. “Hay que aprovechar el tiempo (de coronavirus) y prepararnos. Si nosotros logramos como país que se hagan estos cambios, si logramos unas elecciones tranquilas, si logramos que no haya sobresaltos y podamos pasar esto tan terrible tendremos un país bien posicionado”, insistió Capellán.
Al respecto el economista y catedrático de la UCSD advierte que no se trata de realizar una reforma tributaria para tratar de resolver los problemas de ingresos del Estado, sino de crear un mecanismo que actualice el código tributario dominicano.
Entiende que una reforma debe impulsar a los sectores productivos mediante la creación de incentivos mejor focalizados y de reglas homogéneas para motivar la competitividad de algunos sectores.