[dropcap]D[/dropcap]isrumpir es el primer paso de éxito de un aviso comercial, bien sea impreso, radial o televisivo.
Tomando en cuenta al consumidor de estos días, los retos angustiosos que tienen las agencias de publicidad son muchos, ya que llamar la atención de un individuo conectado a la Net 24/7 no es precisamente lo más fácil.
El consumidor de estos días busca participar en el acontecer diario, interactuando directamente con los medios de comunicación online, o a través de las redes sociales, es un consumidor, pero a la vez es un ser humano, golpeado por la crisis económica, crisis familiares, enfermedades, retos profesionales, temores, y un estrés incisivo. Las cosas normales que andan por estos días.
De manera que, las agencias de publicidad, al igual que los departamentos de mercadeo, se enfrentan a esta cruel realidad. Unos se preocupan por mantener buenos números en las operaciones de los negocios y otros en expandir su “market share”, pero encima de todo existe el “hoy” que vivimos.
La invasión en el espacio de este consumidor o actor es imperdonable. Si concluimos que las acciones de comunicación de marketing invasivas generan un trago amargo en el individuo y un recuerdo desagradable que pudiera penalizar los demás lazos de acción de comunicación de una marca, servicio o producto, al tratar de alcanzar a su “target”.
El BTL “Below The Line” ayuda a conquistar la atención de los consumidores dentro de un marco conceptual no común y que en consecuencia permite disrumpir el efecto de “zombi” de la realidad. Por ello las grandes marcas hoy día han aumentado los presupuestos para utilizar medios no tradicionales y tratar de conjugar la música perfecta para los oídos de “target”.
Es cierto que la tendencia de aceptación de un producto viene como consecuencia de la llamada “primera prueba” y en ese orden de las propuestas de valor sustentadas de la manera correcta. Es imprescindible que cada vez más conozcamos mejor al consumidor, no solamente sus tendencias, su capacidad de compra o su filosofía de vida, para ser afectado por una campaña publicitaria.
Es necesario que retratemos la verdad misma de los conflictos que vivimos como seres humanos, conflictos que muchas veces se llevan de por medio a la familia. Y si es así, en qué lugar de la valoración en la escala de vida queda el decidir o cambiar un producto por otro.
Se necesita la conquista de una historia que se vincule al instinto y personalidad de cada consumidor. Eso no es fácil. Algunos lo logran y algunas marcas mueren en el intento.