No, no hay que morir. Es solo cuestión de resistir. Resistir todo lo que se pueda, todo lo que se requiera. Analizarse, reinventarse, moverse, calmarse. Resistir.
Hay crisis, grande y por todos lados, pero no estamos sentenciados. Ha pasado hasta lo impensable, pero aún estamos aquí. Muchos no tuvieron esa suerte, pero hey ¿no ha sido siempre así?
Esta pandemia es un ciclo, de esos que son tan naturales desde el principio de los tiempos. Irrumpió fuerte y se irá paulatinamente en un modo mucho más silente que el de su aparatosa llegada.
Mientras el célebre virus nos siga azotando, organizaciones y personas tenemos la obligación de practicar esa maravillosa virtud que se nos ha dado de adaptarnos a todo.
“There is a will there’s a way”, dicen los gringos. “Querer es poder”, decimos los dominicanos. Pero da igual el idioma o el país, nos toca a todos ser creativos, innovar y reajustar al máximo nivel para que nuestras vidas y negocios puedan continuar.
Un caso de éxito que ilustra que se puede encontrar la forma es el de ESPN, la cadena multimedia enfocada en deportes, un negocio muy afectado debido a la suspensión de todas las competiciones a nivel mundial.
ESPN, en alianza con Netflix, acaba de concluir con rotundo éxito su serie documental “The Last Dance”, basada en los años dorados de los Bulls de Chicago uno de los equipos más poderosos de la historia de la NBA, resaltando la trayectoria de sus estrellas, especialmente la del siempre taquillero Michael Jordan.
“A falta de pan, casabe”. Ese otro refrán de nuestra cultura popular, fue básicamente lo que hizo la cadena estadounidense, que no se cruzó de brazos porque no hubiera juegos ni campeonatos actuales que transmitir o comentar.
Su vuelta al pasado, le valió para convertir a la serie en el documental más visto en la historia de ESPN, logrando un promedio de más de 5 millones de espectadores durante sus 10 capítulos.
“The Last Dance” también ha obtenido magníficos números a través de la visualización diferida y multiplataforma: el episodio uno ha atraído a casi 15 millones de espectadores desde su estreno. Además de todo el eco logrado en medios tradicionales y redes sociales, en donde se convirtió en tendencia, manteniendo así su marca vigente y relevante.
No hay dudas que poder transportarnos en el tiempo, rememorar otras épocas, revivir emociones pasadas y abstraernos de la realidad actual, fue un disfrute para millones de personas alrededor del planeta y una fórmula que dejó grandes resultados a ESPN.
Usando también el recurso del marketing de la nostalgia, hemos visto como los mensajes y comerciales de importantes marcas locales apelan al bienestar vivido en ese pasado cercano, para marcar dirección e incentivar a que todos nos esforcemos para recuperar lo mejor que teníamos en nuestro anterior estilo de vida.
Se puede, y tarde o temprano lo lograremos. Solo hay que reinventar, innovar, reajustar, adaptar. Resistir.