Señor director:
Me satisface sobremanera que hayas utilizado parte de los conceptos que emití en el comentario que te envié. Si estuviéramos en medio de una crisis generada por el paso de un huracán o terremoto, donde la economía hubiera sufrido como consecuencia de destrucción de obras de infraestructura pública, como ocurrió con los huracanes David y Georges, hubiera estado de acuerdo con tu afirmación de que los fondos de las AFP colocados en Hacienda para cubrir gastos del Gobierno se destinarían en gran medida para obras de reconstrucción de infraestructura pública.
Pero sucede que la crisis que tenemos no ha ocasionado ningún daño ni destrucción en la infraestructura pública. En consecuencia, las necesidades del país no están en el área de la construcción, sino en el área social, especialmente el área de salud y una parte importante de las necesidades a ser cubiertas como consecuencia de la pandemia, es gasto y no inversión y el gasto genera inflación.
Podemos discutir si el nivel de inflación que produciría ese dinero en manos de los trabajadores, sería mayor, menor o igual, que en manos del Gobierno.
El Gobierno no ha dicho en qué utilizará el dinero y cómo ese monto va al presupuesto general y el dinero es fungible, me atrevo a afirmar, que la mayoría irá a cubrir gasto corriente del gobierno, el cual en medio de esta pandemia y crisis económica, el gobierno no ha tomado una sola medida de reducción de gastos corriente ni de austeridad.
El dinero de las ayudas sociales, a los productores, del programa FASE y Quédate en Casa, de las asistencias económicas a todos los gremios profesionales, etc, es un dinero que va directamente a incrementar la masa monetaria y, en consecuencia, a ejercer presión alcista sobre la inflación y la tasa de cambio.
La realidad que tú y yo sabemos, es que en medio de una campaña electoral, con un gobierno que nadie lo supervisa ni controla el gasto, el grueso de esos RD$40,000 millones, la gran parte irá para la campaña electoral, el clientelismo, de la misma manera que sucedió en 2012, con los 40 mil millones que Leonel Fernández utilizó de Petrocaribe, para financiar la campaña de Danilo Medina ahora las AFP sustituyen a Petrocaribe. El Gobierno en su conjunto, incluyendo el BC, quedan al desnudo y sus objeciones para no entregar dinero a sus legítimos dueños, se caen y pierden sustento y validez, con esta acción.
El Gobierno no es un buen administrador de fondos públicos y esa afirmación no requiere que mayor explicación. El Gobierno es dilapidador, derrochador y devorador de fondos públicos, mucho más que lo haría un simple trabajador que utilizaría esos recursos para subsistencia
Un abrazo,
Bernardo Castellanos