No podemos vivir en confinamiento de forma indefinida. En algún momento, entiendo que en un futuro no muy lejano, debemos ir reabriendo gradualmente la economía dominicana. Por supuesto, siempre siguiendo los protocolos preventivos anunciados tanto por la OMS como las autoridades de nuestro país.
Cuando la pendiente de la curva en cuanto a contagios y defunciones vaya aplanándose y bajando, pues no queda otra opción que seguir adelante. Creo firmemente en que República Dominicana cuenta con los recursos y capacidad suficiente para volver a la senda del crecimiento económico, incluso con mayor rapidez que otros países de la región.
La reapertura del aparato productivo de República Dominicana debe activarse de forma estratégica y adoptando mejores prácticas de otros países. Lo primero es ampliar y/o seguir implementando medidas monetarias y fiscales expansivas a largo plazo.
En estos tiempos de incertidumbre, se debe poner en marcha la fórmula keynesiana en su máximo nivel. Es importante resaltar que al margen de que las autoridades den su visto bueno para el reinicio de la vida cotidiana, para la ciudadanía, esto será un proceso paulatino. Muchas personas y negocios estarán desmotivados tras el duro golpe financiero sufrido a raíz de esta crisis sanitaria. Por esto último, el sector público debe extender las medidas expansivas necesarias y trabajar estrechamente con el sector privado para que las mismas se lleven a cabo.
Otro tema clave es revisar el presupuesto estatal de forma exhaustiva. La crisis del coronavirus ha servido como un fuerte recordatorio de la necesidad de redefinir el orden de prioridades en cuanto al gasto público se refiere.
Hemos visto cómo muchos países a nivel mundial han invertido miles de millones en sectores no esenciales. Queda claro que se debe aumentar el gasto público en el estado de bienestar, es decir, servicios sanitarios, programas sociales y protección a los sectores más vulnerables. El Ministerio de Hacienda ha anunciado que someterán al Congreso un presupuesto complementario en este mes de mayo. Entiendo que en adición a incluir las nuevas fuentes de financiación y reducción de ingresos tributarios, pues debe contemplar un robustecimiento del presupuesto de servicios sanitarios.
Debido a que las escuelas no tienen una fecha definida para el reinicio de clases, pues resulta primordial rediseñar y adaptar el sistema educativo a la vida post coronavirus. Los jóvenes deben continuar formándose de forma remota y a través de educación virtual. Además, es importante que el curriculum escolar se ajuste a los nuevos tiempos.
Fomentar el turismo interno resulta primordial para la recuperación gradual de uno de nuestros principales sectores productivos. El destino está en nuestras manos y no podemos depender de lo que ocurra en el plano internacional. Por otro lado, entiendo que formar comisiones especiales de tecnócratas, por sector sería efectivo, tal cual lo están haciendo en otros países. También, es crucial identificar las industrias con mayor potencial para actuar como motores de recuperación.
En fin, solo resalto algunas sugerencias a tomar en cuenta para que volvamos a la senda del crecimiento lo antes posible.