Hoy, 1 de mayo, que se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, encuentra a este sector en circunstancias complejas a raíz de la crisis generada por el covid-19.
De un lado, largas jornadas laborales por parte del personal médico, farmacéutico, policías, militares, periodistas… y por otro, paralizaciones, suspensiones y despidos masivos, a nivel mundial.
“El confinamiento obligatorio que se vive en la mayoría de los países ha provocado que millones de personas no puedan ejercer sus trabajos, aumentando dramáticamente la tasa de desempleo”, lamenta la economista Carmen Pagés, jefa de la División de Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Para este 2020 se prevé que esta crisis sanitaria lleve al desempleo a 12 millones de personas y sumaría 30 millones de pobres en la región, conforme a proyecciones recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El mundo laboral experimenta un cambio radical. En República Dominicana desde que el Gobierno ordenó el cierre de comercios “no esenciales” para evitar la propagación del covid-19, muchas empresas han tenido que reinventarse y adoptar el teletrabajo.
“Para aquellos que sus funciones se lo permiten, la medida de trabajar desde casa los tomó de sorpresa. La mayoría está experimentando, diferentes dificultades, sobre todo técnicas, que les impacta de manera negativa de una manera u otra en su desempeño laboral”, señala la encuesta “El Consumidor en tiempos de coronavirus”, realizada por Grib Consulting.
Para una joven santiaguense, identificada como Nohemí, trabajar “se ha vuelto tedioso” con su familia en casa y por la baja calidad de su conexión a internet.
Un 40% de los dominicanos confiesa que su conexión a internet no es tan rápida como en la oficina. Un 24% dice que los hijos o familia lo distraen constantemente. En tanto, un 20% alega que está consumiendo más energía eléctrica.
No obstante, hay quienes prefieren enfocarse en el aspecto positivo. “Comenzamos a trabajar hace unos días desde casa. Llegaron unos casos judiciales que se pueden resolver de manera virtual, y en eso estoy”, manifiesta la madre Gabriela Mesa, quien trabaja para un bufete de abogado.
Ella pertenece al 71% de los dominicanos que dice estar “satisfecho” con las medidas adoptadas por la empresa en donde labora.
Trabajador informal
El trabajador informal vive una la situación crítica. Muchos cuentan que aún no han sido beneficiados con las ayudas sociales del Gobierno, como el programa “Quédate en Casa”, que ha descartado a más de 656,000 trabajadores informales que no calificaban.
El Estado dijo que si el número de aplicables supera los 70,000 hogares adoptaría otras medidas para garantizar su inclusión al programa.
Para Pagés, el covid-19 no solo está generando efectos inmediatos y devastadores sobre el trabajo y los ingresos, sino que está acelerando dramáticamente los procesos de digitalización y automatización.
Esto, a juicio de la economista, puede abrir una brecha todavía más profunda entre los que son capaces de desempeñarse en ese mundo y los que no.
“Por ello, la recuperación del empleo no será tal, si llega con más precariedad y menor oportunidad. Es el momento de apostar por un futuro con más trabajos de calidad, por más personas preparadas para un futuro que ya está aquí y por un mejor sistema de protección social, que cubra a todos los trabajadores ante emergencias como las que estamos viviendo, sin distinción”, enfatizó la jefe de la División de Mercados Laborales del BID.
Agrega que “el camino no será fácil: el margen fiscal de los países de la región es muy estrecho y, por eso, todos (trabajadores, empresas, gobiernos…) tendremos que ser más creativos e imaginativos que nunca. Todo ello sin perder la resiliencia”.