Cada día nuestras vidas se enfrentan a situaciones y procesos económicos, de salud, de amor, entre otros. Algunos llegan para bienestar nuestro, otros llegan con tanto drama y sin previo aviso que nos sacan totalmente de equilibrio.
En esta ocasión, estamos pasando por una etapa económica en la que muchos hemos sido tocados… la crisis de salud, llamada covid-19, la cual embarga al mundo e impacta de manera directa nuestras finanzas personales.
Es normal que mientras dure este proceso se nos cree una gran angustia, sobre todo en las finanzas, por miedo a lo desconocido, a lo que podría pasar con la economía. No obstante, si tomamos las medidas adecuadas el impacto de la crisis no tiene porqué ser tan fuerte.
Si eres empleado privado o del Estado y aún sigues laborando o recibiendo tu salario completo estas son mis recomendaciones para ti:
Si posees préstamos y tarjetas de crédito en el sector bancario y fuiste beneficiado con tres meses de gracia en el pago de tus cuotas (capital, interés y seguros), refiérase a los préstamos y con exoneración de algunos cargos de financiamiento en el producto tarjeta de crédito, estos beneficios representan un alivio en los pagos que haces de forma regular durante ese período de gracia y se convierte en una excelente oportunidad para crear tu fondo de emergencia, si aún no lo posees.
En caso de que desconozcas sobre la implementación y el alcance de estas medidas que ha dispuesto la Junta Monetaria, debes comunicarte de inmediato con tu ejecutivo de cuentas.
Pero… ¿qué es el fondo de emergencia? Lo defino como “el salvavidas que te llevará a puerto seguro en caso de que el barco se hunda”.
Este fondo se crea, como su nombre lo indica, para cubrir emergencias e imprevistos. ¿Cómo se hace? Debes calcular cuánto es la cantidad de tu gasto mensual obligatorio y no negociable, o sea, que sí o sí debes de cubrir mes tras mes (servicios básicos, comida, salud, cuotas de préstamos, etc.), cuando sepas ese valor debes en una cuenta bancaria o de inversión ir acumulando el valor monetario que cubra seis meses de esos gastos calculados.
Otra medida que podrías tomar, suponiendo que tienes cuotas mensuales de préstamos X y Y por RD$25,000, y, a la vez, posees una tarjeta y un producto diferido enlazado donde adeudas RD$50,000, entre ambos limites, el ahorro de tus mensualidades por la GRACIA sería de RD$75,000 por tres meses, perfectamente podrías hacer el pago de esa tarjeta y ese diferido. Ahora bien, esto sería de gran valor si realmente ese plástico no lo volvieras a utilizar hasta tanto la economía se haya estabilizado, es mas, soy más drástica aún, sugiero que en casos así esos limites se inhabiliten hasta que vuelva la calma.
Por último, si no posees ninguna facilidad bancaria y no puedes disfrutar de estos beneficios, se vale evaluar cómo puedes disminuir tus gastos en los meses que dure la situación de salud y el estado de emergencia. Te recomiendo tomar estas cinco medidas:
1. Haz tus compras de supermercado de manera razonable.
2. Comer en casa es mejor, es más económico y mucho más saludable.
3. Revisa las membresías y pagos recurrentes enlazados a tus plásticos de servicios que no utilizamos, del gimnasio al que has dejado de ir, servicios o aplicaciones que no utilizas en tu celular ni en tu computador, etc.
4. Busca la mejor oferta para tus servicios básicos, electricidad, teléfono, internet, entre otros. ¿Hace cuánto no has investigado las últimas ofertas en el mercado? Te dejo esa tarea.
5. Reduce los gastos que por su naturaleza no son obligatorios: café fuera de casa, botellas de agua, cigarrillos, snack, etc., estos realmente tienen un alto impacto en tu presupuesto.
Si eres de aquellos empleados que han sido suspendidos y solo estás recibiendo la subvención o ayuda del Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE) del Ministerio de Trabajo y alguna ayuda mínima de parte tu empleador, al igual te aplican las recomendaciones de reducción de gastos, pero más que eso entiendo es buen momento para poner a correr un plan de 90 días, donde puedas plasmar y presupuestar con papel y lápiz en manos, cuáles son los gastos que definitivamente no se pueden dejar de cubrir y cuáles definitivamente no son fuerza mayor.
Además, evalúa cuánto es el sobregiro mensual que estos te estarán generando. ¿Por qué recomiendo esto? Porque debes saber contra qué te enfrentas y la única forma de decirle a tu dinero hacia dónde va a ir en estos meses es con un presupuesto.
Recomiendo también que dependiendo el sector en el que labores, si es posible, pudieras negociar con tu empleador, lo que recomienda el Ministerio de Trabajo, de que te otorgue estos días como adelanto de vacaciones.
Bajo ningún concepto asumas una nueva deuda o aceptes algún préstamo sin tener la certeza de que cuando pase el estado de emergencia tu situación económica volverá a ser la misma de antes.
No des tarjetazos. Recuerda que el límite de tu plástico no es una extensión de tu salario, si haces consumos con ellas deberías poder cubrirlas en su corte de manera normal y sin contratiempos.
Adicional a esas medidas, hay otras menos convencionales y que pueden ser de gran beneficio en este periodo y el futuro. Además, te aportarán bienestar económico:
Si posees habilidades con algún tipo de producto gastronómico o artesanal que pudieses desarrollar, tal vez sea tiempo de desempolvarlo y poner manos a la obra. Si has recibido elogios y has tenido la oportunidad de enseñar a otros, estás ante una pasión que puedes monetizar. Pero… ¿cómo así…? Bueno, actualmente hay muchísimas plataformas que permiten que nuestra voz sea escuchada y nuestros dones sean expuestos, sea haciendo algún tipo de producto para vender o enseñando a otros a desarrollar sus talentos. Podrías estar frente a una entrada económica que no habías tomado en cuenta.
¿Eres bueno en algún tema puntual o área en especial, tienes pruebas de efectividad y dos o más personas se han acercado a ti para consultarte sobre ello y han mostrado admirar esa cualidad que posees? Sabías que esa pasión la puedes pulir y hasta te puedes especializar y comenzar a monetizarla. En la actualidad, hay muchísimos recursos gratis que pueden ayudarte a impulsar ese proyecto.
No menos importante, si estás corriendo algún plan de ahorros o de abono de deudas y no puedes cumplir, según lo planificado antes de la crisis, no resientas contigo, recuerda que siempre habrá tiempo para retomar y rediseñar los planes.
Por último, capacítate, especialízate en lo que te gusta y apasiona, cuanto más capacitado y lleno de conocimientos estés mejor. Como dice John Maxwell: “debes ver el valor de ti mismo para poder darte más valor”.
Denis Waitley expresó que “el desarrollo personal es la creencia de que usted bien vale el esfuerzo, el tiempo y la energía necesarios para desarrollarse”.