Los programas Quédate en Casa y el Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE), creados por el Gobierno, son medidas asistencialistas a sectores productivos y “esperar que se conviertan en impulsores del crecimiento es mucho desear”, indicó el economista Juan del Rosario.
El también director del Instituto de Investigación Sociales y Económicas de las la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) resaltó que los citados programas, aunque “bien intencionados y correctos”, se quedan corto y “en modo alguno, van a contener una posible crisis de la economía”.
El economista sostuvo que algunas de las medidas tomadas por el Gobierno, como la liberación de recursos del Banco Central y la baja en las tasas interés, no tendrán efecto en la economía en lo inmediato, porque el consumo está limitado.
Explicó que a las medidas que facilitan el pago de impuestos y otros ayudas financieras no tendrán ningún efecto económico debido a la paralización de la producción y la detención en los flujos de cajas.
Resaltó que para que las medidas sean efectivas deben extenderse hasta el mes de agosto para que las empresas puedan tener liquidez.
“Si la crisis terminara al 31 de mayo y la vida comenzara a normalizarse en el mundo entero, para que esas medidas tuvieran un efecto positivo en el aparato productivo, tendrían que extenderse hasta el mes de agosto”, dijo.
De su lado, el también economista Antonio Ciriaco Cruz enfatizó que las medidas no resuelven el problema y se quedan cortas, pero con su aplicación la recuperación económicas será mucho más rápida.
“Si no tomamos ese tipo de medidas, estamos prolongando el proceso de recuperación”, añadió Ciriaco Cruz, durante el panel “Análisis e implicaciones económicas de la covid- 19 en República Dominicana”, organizado online por la Escuela de Economía de la UASD.