La red de Mercados Dominicanos de Abasto Agropecuario (Mercadom) fue inaugurado a mediados de mayo de 2014 con el objetivo de servir como centro de acopio para los productores agropecuarios de todo el país. Sin embargo, muchos se resisten a ocupar los espacios que fueron establecidos para la venta de sus productos.
Este mercado representa el centro de provisión agrícola más grande del Caribe, establecido en un área de 1.2 millones de metros cuadrados, lo que evidencia su gran dimensión y la capacidad para albergar una gran parte de los productores nacionales.
El proyecto fue iniciado en 2002 por el entonces presidente Hipólito Mejía e inaugurado 12 años después, con una inversión que supera los RD$5,000 millones.
La nueva plaza comercial, ubicada en el kilómetro 22 de la autopista Duarte, cuenta con 278 locales comerciales para mayoristas y 616 espacios de seis metros cuadrados para los productores, pero actualmente solo está funcionando el 20% de esos espacios, de acuerdo con su administrador general, Claudio Jiménez.
También cuenta con dos grandes naves de 1,721 metros cuadrados cada una para almacenar envases y comercializar productos comestibles.
Jiménez expresó que la baja operatividad del Merca Santo Domingo se debe a que la mayoría de los productores que ya contrataron locales en ese centro de acopio se resisten a dejar los puestos que tienen en otros mercados de provisión.
Explica que en la negativa de muchos productores está la principal causa de que solo estén brindando servicios 179 locales. “Lo que está operando hoy es un simple mercado. Ese no es el propósito para el cual fue creado este mercado”, señaló.
El centro de abasto debe suplir productos a las cadenas de supermercados, hoteles, restaurantes, comedores, almacenes, mercados, entre otros lugares de comercialización.
Nuevo concepto
El funcionario sostiene que ese lugar es un nuevo concepto de mercados, cuya finalidad radica en vender barato a los clientes, eliminando la cadena de intermediarios.
Mercadom también cubre la demanda de espacios para la venta de productos agropecuarios, aunque aún no ha sido así. Este nuevo mercado fue concedido para operar durante muchos años y por el momento no habrá problema, dice su administrador, ya que la calidad de los productos está garantizada.
Jiménez manifestó que el cuidado en la venta de cada producto es estricto, pues no permiten artículos de baja calidad y menos que los vendedores pasen por alto las reglas de limpieza establecidas en las cinco naves de servicios que conforman el mercado.
Explica que actualmente solo está funcionando a toda capacidad la nave para productos terminados (carnes, salamis, quesos, leche) que tiene espacio para 54 módulos.
Cada producto tiene un área específica para las ventas como las frutas, los vegetales, víveres y granos, entre muchos más.
Jiménez explicó que están elaborando el programa de servicio del centro, para que todos los camiones comiencen a llegar al mercado desde las 6:00 de la tarde y que a las 3:00 de la mañana se dé apertura a las ventas con el objetivo de terminar a las 8:00 de la mañana.
El administrador del Mercadom dijo que van a crear un incentivo para los camioneros que traigan rubros agrícolas, para que tengan ciertas facilidades como ayudarles con el combustible y los alimentos durante tres meses, hasta que se acoplen. Indica que esos recursos serán aportados por la Presidencia de la República.
Mientras tanto, el centro de abasto es más un mercado al detalle que un suplidor de mercados de la ciudad.
PRODUCTORES
El productor Rafael Solano, quien trae sus rubros desde Cotuí, expresó que los mejores días para las ventas son los viernes, sábados y domingos, cuando acude mayor cantidad de público, lo que permite aumentar el nivel de los ingresos. En esos días el promedio de sus ganancias ronda los RD$55,000.
El comerciante Orlando Ramírez, quien se dedica a la venta de arroz, expresó que tiene muy buenas expectativas de ese mercado, aunque por el momento los beneficios son bajos.
La productora agrícola Juliana de León, se dedica a la venta de auyamas entre otros rubros. Sostiene que lo poco que gana no le da para sobrevivir, ya que tiene que invertir alrededor de RD$500 diario y hay días en que apenas vende RD$300, pero dice estar esperanzada de que esa situación mejore en los próximos meses.