La próxima gestión de gobierno que habrá de instalarse en agosto tiene dos retos en el horizonte: mantener la estabilidad macroeconómica y enfrentar la velocidad del endeudamiento, ya que se vuelve cada vez más pesada para la capacidad de pago del Estado.
Al margen de los demás puntos pendientes que tiene la sociedad dominicana, como es la existencia de un aparato productivo más eficiente, una justicia más transparente, calles más seguras y una función pública de frente a los ciudadanos, la estabilidad macroeconómica es fundamental para que todo lo demás se mantenga en el carril del desarrollo.
Lo único que ha impedido que nos demos cuenta de cuán alta es la deuda es que aún estamos en un panorama de relativa certidumbre ante los mercados de capitales. Por suerte, ninguno de los acontecimientos políticos ha afectado la calificación de riesgo.