En medio de la crisis mundial que estamos viviendo por el aumento de casos de COVID-19 en todas partes, incluyendo nuestro país, la alarma y el pánico se han apoderado de la gente, de las empresas y tal vez, las propias autoridades toman medidas extremas, como el Gobierno de Italia que decidió bloquear todo su país y España prohibió los vuelos desde Italia.
Las autoridades desde Estados Unidos, pasando por Francia, Gran Bretaña, Alemania, Israel hasta Irán están haciendo todo tipo de esfuerzo y agilizando el paso para contener el coronavirus de rápida propagación. Esto incluye la suspensión de miles de actividades públicas, entre, carreras de autos, conciertos, exposiciones, convenciones, entre otras.
La epidemia avanza y el número total de víctimas fatales ascendió a más de 4 mil, con 100 países alcanzados y más de 110 mil casos confirmados de contaminación. En esta coyuntura, la moderación y actuar con cautela es la clave. Y, ¿qué se debe hacer? Asumir los protocolos de gestión de crisis, que tienen un antes, durante y después de la crisis.
Esto ayuda mucho a las empresas, a los gobiernos y a la propia gente. Es casi imposible que una u otra organización o institución no se vea afectada por la actual crisis de salud que está impactando a todo tipo de sociedad. En algún momento determinado esta situación puede poner en riesgo su operación o dañar su credibilidad y autoridad. Lo correcto es contar con un buen plan de manejo de crisis que ayude y facilite a enfrentar la crisis de manera adecuada y a tiempo. ¡Que no nos tome desprevenidos!
La gestión de crisis abarca toda una serie de pasos, decisiones, acciones y vigilancia (monitoreo continuo) que van desde activar los comités de crisis que tienen que abordar temas relativos a la salud, recursos humanos, medioambiente, comunicación, entre otros.
La activación de los comités de crisis es el mejor escenario para liderar la gestión dentro de la organización o de la institución de que se trate. Se trata de un órgano especial, cuyo único fin es precisamente este y su responsabilidad incluye evaluar los casos distintos que se puedan presentar, determinar su alcance e incidencia y coordinar las acciones a realizar.
Su orientación fundamental o los principios que los guían son: proteger a los colaboradores, clientes y las operaciones; comunicación oportuna; defender la credibilidad de la organización en cuestión, minimizar el impacto en el accionar de la organización, controlar y contener la situación, garantizar la continuidad y coherencia de los mensajes durante el proceso y sobre todo obtener los aprendizajes de cada caso y tomar medidas correctivas para que crisis similares no se repitan.
Dichos comités deben estar integrado por la alta dirección de la organización, así como por las áreas de recursos humanos, comunicación, legal, financiera, atención al cliente y los representantes de otras áreas que se requieran en función del tema que este generando la crisis. Por ejemplo, en la actual coyuntura deben participar activamente las áreas de salud laboral para contribuir a que el comité de crisis este informado sobre la evolución de casos de coronavirus en el país, las estadísticas de letalidad del virus, las medidas de prevención, así como mantener un flujo de información con las autoridades de salud ante cualquier reporte de un colaborador o un ciudadano que acuda a la organización pueda verse afectado por el virus y, a su vez genere una cadena de contagio.
Es clave mantener un flujo de información con los colaboradores sobre todo que los oriente, los informe y les eduque sobre como actuar en caso de contagio, o de formar parte de una cadena de contacto con un afectado.
Hay que insistir mucho con la gente en cada punto donde trabaja en las medidas de higiene y en seguir estrictamente los consejos que evitan exponerse al virus. También que este atenta a las informaciones oficiales y que no difunda informaciones falsas o rumores.
Hemos presenciado en los últimos días como gobiernos de todas partes del mundo activan organismos de emergencia, declaran zonas en estado de emergencia, cierran escuelas y universidades, prohíben vuelos de determinados países y establecen cuarentena para una zona específica o regiones.
Las empresas y oficinas del Gobierno no están exentas a la gestión de crisis porque pueden verse afectadas e incluso tener que cerrar operaciones como ha pasado en China, así como en California o Seattle donde operan las empresas tecnológicas más grande del mundo.
Compañías como Amazon, Microsoft, Google, entre otras han optado por pedirle a sus empleados que trabajen desde sus casas.
Los medios reportaron que el presidente de China, Xi Jinping, visitó la ciudad en cuarentena de Wuhan el martes pasado por primera vez desde que se identificó el coronavirus allí, lo que refleja la confianza de que la propagación de la epidemia se ha contenido en gran medida dentro de China, luego de semanas en las que China informó una disminución constante de nuevas infecciones