Hay unas estadísticas que ofrece el Banco Central sobre el sistema financiero dominicano, las cuales, por lo regular, no son utilizadas como punto de análisis del comportamiento de la economía en relación con el acceso o demanda de recursos.
Sin embargo, los datos que arrojan esos levantamientos estadísticos son interesantes. Es sobre la distribución por provincias de los préstamos que otorgan los bancos comerciales y los depósitos que reciben.
Se destaca, por ejemplo, el hecho de que el 71.1% de los préstamos que otorgó la banca múltiple durante 2013 se destinó al Distrito Nacional. Esto es, RD$66,543.8 millones de un total aproximado de RD$93,546.7 millones prestados.
Pero a la hora de verificar las captaciones de la banca, se observa que provenientes del Distrito Nacional se registran RD$86,873.1 millones de un total de RD$100,335 millones, equivalente al 86.5%. Es decir que los actores económicos de la capital dominicana depositaron en los bancos mucho más dinero del que demandaron como préstamos.
Un análisis de la segunda ciudad más importante del país, Santiago de los Caballeros, muestra que la banca múltiple le prestó el 16.4% del total de recursos canalizados, mientras que captó desde esa ciudad apenas el 4.6% de los depósitos.
En el caso de Santiago, se produjo la inversa a lo ocurrido en la capital. Desde Santiago se demandó más de tres veces (RD$15,367.2 millones) lo que se depositó (RD$4,660.1 millones), siempre partiendo de los totales de préstamos y de depósitos ya citados durante el 2013.
Muchas de las canalizaciones y captaciones de recursos de la banca en el Distrito Nacional posiblemente incluyen también a la provincia Santo Domingo, ya que cuando se analiza esta ciudad de manera individual se observan montos muy reducidos tanto de créditos como de depósitos, a pesar de que se trata de la demarcación con mayor cantidad de habitantes en República Dominicana.
Otros datos atractivos de estas estadísticas son los relacionados con las provincias donde los bancos no registraron canalización y captación de recursos.
Las provincias con más bajos volúmenes de recursos canalizados a través de los bancos comerciales son El Seibo, Santiago Rodríguez, Elías Piña, Monte Plata y Pedernales. Incluso, ésta última provincia no registra operaciones bancarias en los últimos años.
Hay provincias del país con tan baja actividad económica formal que los bancos comerciales privados no se interesan en instalar oficinas, pues el costo operativo de los locales estaría muy por encima de los recursos a transar.
En las localidades económicamente deprimidas sólo hay oficinas y cajeros automáticos del estatal Banco de Reservas, debido a que las entidades públicas (seguridad nacional, ayuntamientos, gobernaciones y otras entidades del Estado) realizan los pagos de nómina salarial a través de esa entidad financiera. Por eso se mantienen abiertas, aunque no haya mucha actividad económica.
De todas formas, las cifras no se deben tomar como verdad absoluta, pues se dan los casos en que operaciones bancarias de determinadas demarcaciones se registran en sucursales de otras ciudades que son más grandes o que cuentan con la plataforma tecnológica adecuada. Es lo que de seguro ocurre entre el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, ya que en esta segunda ciudad no se registran movimientos bancarios significativos, a pesar de que es sabido que sus municipios son de los más activos económicamente, aunque con mucho componente de economía informal.
Algunos dirán que son estadísticas, sólo estadísticas…