Por fin, ¿qué es lo que se quiere? Hay rumores de que los inversionistas que construirían el hotel Hard Rock Santo Domingo han desistido de la obra. Los vecinos tienen razón en la lucha por la tranquilidad, pero posiblemente se esté cometiendo un error. ¿Qué pasará con el desarrollo? Hay que analizar.
Hay que apostar a la tranquilidad y al orden. Si ciertamente hubo una autorización para construir una torre por encima de la altura prevista por las normativas municipales, como parecer ser, entonces sólo había que readecuar los planos.
Un hotel construido con todas las de la ley no genera dificultades más allá de las propias. El caos en el tránsito de la capital tiene muchas causales.
Quizá debieron buscarle una solución a este conflicto. Ahora habrá que esperar el veredicto del tribunal. Sin dejar de reconocer el derecho que tienen los ciudadanos de vivir en paz, es preciso recordar que la inversión extranjera, bien canalizada, también trae bienestar y genera divisas y oportunidades para todos.