[dropcap]L[/dropcap]a mesa sobre la cual se discute una reforma al Código de Trabajo tiene tres patas: Gobierno, empresarios y empleados. La palabra competitividad surge en todas las conversaciones, como si se le faltara el respeto y no tuviera el valor que realmente posee de por sí.
Las posiciones, como es lógico, se encuentran cuando aparece el concepto de reforma, máxime si se trata de la relación de los sectores productivos con aquellos que sirven con su fuerza física, con la capacidad intelectual o el conocimiento.
Ligia Bonetti, dos veces presidenta de la Asociación de Industrias (AIRD) y una vez de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), considera que si República Dominicana quiere generar más empleos de calidad es necesario “modernizar y llegar más al 2017”.
Su afirmación va en el sentido de que resulta ilógico que exista una ley que fija el horario laboral de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, pues habrá que saber qué sucede si una persona quiere trabajar en otras horas.
A su juicio, el horario laboral debería ser una negociación entre los empleadores y los trabajadores. Cree que debe acomodarse a la gran cantidad de personas que desea trabajar en distintos horarios al que regularmente se tiene estipulado en el Código de Trabajo.
Con relación a los procesos de entrenamiento, cuestiona cómo es posible que luego de tener a un pasante durante tres meses haya que aplicar las condiciones que exige el código cuando en realidad es un entrenamiento hasta que ese recurso finalice el proceso académico.
Además, critica que la legislación laboral establezca que el domingo es el día de descanso, lo cual no tiene ningún valor científico, aunque estima que quizá se fijó así por un tema religioso.
“El día libre debe ser el que el trabajador quiera tener. Eso debería ser parte de una negociación al momento de firmar el contrato laboral. No puede ser que el domingo tenga otra condición a nivel de paga”, estima.
La reforma del Código de Trabajo, afirma, debe ser para modernizarlo porque es un asunto de competitividad. Indica que República Dominicana ya no está aislada y compite con países que ya hicieron esta modernización.
“Que no vengamos con la retórica de que le queremos quitar derechos adquiridos y conquistas. Eso no es cierto. Tampoco es cierto que un empresario le pague mal a un trabajador porque cree que así logrará mejores resultados. Un error de un trabajador puede costar millones de dólares por el simple hecho de que ese trabajador está inconforme y no estuvo pendiente a los detalles. Si hay un problema en una máquina y el trabajador le dio mal al botón lamentablemente no hay futuro”, explica Bonetti.
Modelo económico
Recientemente, el ministro de Industria y Comercio, Temístocles Montás, consideró necesario relanzar el modelo económico dominicano, a fin de que siga estimulando el crecimiento como resultado de políticas y estrategias orientadas explícitamente a la creación de empleos de calidad.
El funcionario, que habló en la tertulia “Hacia un nuevo modelo de desarrollo productivo en República Dominicana”, señaló que si bien el país ha registrado un crecimiento sostenido en las últimas décadas, eso no ha generado empleo de calidad y, por tanto, no se ha podido avanzar lo suficiente en términos de inclusión social.
“Es necesario apostar al crecimiento, pero un crecimiento que sea resultado de políticas y estrategias orientadas explícitamente a la creación de empleos de calidad. No como en la actualidad, que 56 de cada 100 empleos son informales”, dijo el funcionario.
Montás manifestó que lo correcto es avanzar hacia un crecimiento basado en la apertura, pero con productividad y competitividad, así como también, en producción con mayor contenido tecnológico, basado en calidad, cuestión de detener y revertir la brecha comercial.
Mientras, Flora Montealegre, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que el país debe impulsar los sectores con mayor capacidad de exportación para que generen empleos de calidad, ya que el 3% de la población está empleada por los sectores más productivos que son minería, la banca y el de seguros.
Valoración sobre la ANJE
La empresaria Ligia Bonetti considera que la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) hace un trabajo extraordinario al ser portadora de un mensaje claro del sector empresarial y ha tenido la valentía en momentos difíciles para repetir hasta la saciedad lo que se necesita en este país.
Considera que aunque las autoridades actuales tienen el control de los poderes del Estado son autoridades que también se sientan en la mesa y hablan.
“Aunque al final hagan otra cosa; se sientan y te reciben y saben por lo menos escucharte”. Bonetti dijo que le gusta hablar de los temas que le interesan al sector empresarial, pero mucho más cuando se nota que hay un involucramiento con el tema.