[dropcap]L[/dropcap]os números no son la principal preocupación del Banco Activo Dominicana en este momento. Su meta inmediata está en demostrar que, como entidad financiera, tiene la capacidad de responder a las exigencias del mercado, ganarse la confianza de los dominicanos y convencerlos de que sus puertas están abiertas para materializar las ideas de progreso de los emprendedores.
José Antonio Oliveros, su presidente, está muy motivado y optimista con la respuesta que ha recibido en el país. Está consciente de que el reto es importante, pero al mismo tiempo confía en la fortaleza de la economía y en las perspectivas de estabilidad.
Su oportunidad de llegar a República Dominicana se presentó tras la salida de competencia del Banco Providencial.
Lo que hicieron, según dice Oliveros, fue reponer el capital del banco, que fueron US$6 millones. Luego también asumieron parte del fondo de contingencia. “Yo te diría que a la fecha hemos invertido casi US$11 millones para llegar a donde estamos”, reveló a elDinero.
Su intención está enfocada en aportar su granito de arena en el proceso de desarrollo económico que exhibe República Dominicana, reconociendo al mismo tiempo los avances del sistema financiero local, así como la expedita y profesional forma de trabajo de la Superintendencia de Bancos (SIB).
Su target es el C+, es decir, personas naturales, pequeñas empresas y a los emprendedores. Explicó que han hecho recorridos por establecimientos y han descubierto que existe la necesidad de más crédito y atención. El banco también apuesta al público no bancarizado que debe ser formalizado. Aclara que el segmento corporativo no es el enfoque del banco ni está en sus planes en el corto plazo.
Por coincidencia, dijo, el banco nació con dos oficinas, una en Naco, de Santo Domingo, y la otra en Sosúa, Puerto Plata. Para lograr ser más eficientes, expresó, han reducido al máximo la plantilla de empleados, aunque adelantó que eso irá aumentando en la medida que haya demanda y productividad. Ahora tienen 53 colaboradores.
Sobre cómo llegan a República Dominicana, el principal ejecutivo del banco explica que todo se debe a un proceso de análisis. Cuenta que todo se inició en septiembre de 2014 cuando fueron invitados al país a una feria de inversionistas. Destaca que a los accionistas del banco les gustaron las perspectivas de crecimiento e inmediatamente comenzaron las diligencias para entrar el mercado dominicano.
“En principio analizaron algunas alternativas. No nos gustaron mucho. Eran muy complicadas y había que pedir ciertas condiciones para que eso se diese. Entonces, empezamos a trabajar la licencia desde cero. Por eso alquilamos esta oficina donde estamos”, dice.
Revela que cuando ya habían empezado a trabajar la licencia desde cero es que aparece la opción del Banco Providencial, que en ese momento tenía una situación de “cierta complejidad”. Explica que fue cuando se iniciaron las negociaciones con los accionistas hasta alcanzar la meta de operar y aportar en el mercado dominicano.
Ponderación
Cuando se le pregunta cuál es el activo más importante que tiene el banco, José Antonio Oliveros responde que su gente y el apego de pertenencia que demuestran cada día.
“Aquí tenemos una cultura y filosofía de trabajo. Soy el accionista principal y estoy muy cercano a ellos. Es un tema de familia y se trabaja con mucho respeto”, expresó.
El otro activo que considera de primer orden es la confianza, la que aseguró se fortalece con la energía y el servicio que ofrece el personal que trabaja para el banco.