Más de 40 líderes industriales han decidido apoyar un plan de acción global para reciclar el 70% de los envases de plástico y reducir así los desechos de esta materia, informó el Foro Económico Mundial.
Líderes y ejecutivos buscarán a partir de este martes durante cuatro días vías para disipar la incertidumbre que siente parte de la sociedad por la globalización y por la aparente incapacidad de la política y de la economía para dar respuestas a unos miedos que son aprovechados por los populistas.
Los consejero delegados y directivos de Unilever, Danone, Mars, Coca-Cola, Pepsi, Carrefour, Procter & Gamble, Suez o Dow Chemical, pero también las ciudades de Nueva York y Phoenix (Arizona) en EEUU se han sumado a esta iniciativa recogida en el informe “La Economía nueva de los plásticos” del Foro Económico Mundial de Davos y la Fundación Ellen MacArthur, que promueve la economía circular.
El plan vería las tasas globales de reciclaje de envases o envoltorios de plástico en la producción, el uso y la fase posterior al consumo aumentar desde el 14% actual hasta el 70%.
El Foro destaca la importancia de esta iniciativa, entre otros motivos para “evitar la posibilidad de que haya más plástico en peso que peces en el océano en 2050” si no se toman medidas inmediatas.
El informe aporta a la industria una estrategia para diseñar mejor los envases y aumentar los porcentajes de reciclaje.
Indica que el 20% de los envoltorios de plástico podría ser reutilizados con medidas sencillas pero eficaces.
Se puede sustituir las bolsas de usar y tirar de los supermercados con alternativas reutilizables o diseñar envases innovadores para que puedan ser rellenados una y otra vez.
Otro 50% de los envases de plástico podría ser reciclado si se acometiesen mejoras al diseño de los envoltorios y los sistemas de gestión posterior a su uso, alega el informe.
“Sin un rediseño fundamental y sin innovación, el restante 30% de envases de plástico en peso nunca será reciclado y el equivalente de 10,000 millones de bolsas de basura al año acabará en vertederos o plantas de incineración”, recalca el informe.
El plan forma parte de la iniciativa “La Economía nueva de los plásticos” que fue lanzada en mayo pasado como resultado de un proyecto de la industria, el Foro Económico Mundial y la Fundación Ellen MacArthur, creada en 2010 para acelerar la transición a la economía circular.
La iniciativa une por primera vez a todo el sector de la industria del plástico: desde fabricantes químicos, productores de envases, comercios minoristas, autoridades locales y empresas y organizaciones dedicadas al reciclaje.
Para el responsable de las iniciativas público-privadas y miembro del Comité Ejecutivo del Foro Económico Mundial, Dominic Waughray, el “plan pone a la innovación en el centro de una estrategia que podría transformar el sistema entero y desbloquear miles de millones en oportunidades de negocio”.
La iniciativa lanzará dos desafíos globales de innovación para lanzar el rediseño de materiales y formatos de embalaje, así como para comenzar a crear una serie de estándares comunes.
“Cambios menores en materiales, formatos y tratamientos, en su conjunto pueden hacer la economía del reciclaje viable y llevarnos a una espiral de mayores rendimientos, menores costes y mejores diseños”, señaló por su parte Martin Stuchtey, profesor de la Universidad de Innsbruck.
“El resultado será un plástico que siga siendo un material valioso antes y después de su uso”, recalcó.
El Foro Económico Mundial, que arranca este martes en la estación alpina de Davos, reunirá a unos 40 jefes de Estado y de Gobierno entre una cifra récord de 3,000 participantes de los ámbitos de la política, la cultura, la economía y la sociedad civil, a fin de analizar el liderazgo responsable y receptivo en el contexto actual.
Desde que se celebrara la última vez el Foro de Davos hace un año el mundo ha cambiado y además tendrá lugar entre la salida del actual inquilino de la Casa Blanca y la entrada del nuevo el próximo día 20.
La economía global está mejor en la mayoría de los países, el temor a la desaceleración de China ha disminuido, los mercados ya no sufren la volatilidad conocida en anteriores años y el precio del crudo se ha estabilizado.
Eso sí, las protestas el año pasado en las calles europeas contra acuerdos comerciales de calado reflejan el descontento de la sociedad con la globalización y sus consecuencias.
Sin embargo, la mayor parte de las expresiones de rechazo y de las incertidumbres parecen venir actualmente de la política.
Los británicos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), Donald Trump ganó las elecciones en EEUU, generando entre la elite de Davos grandes dudas sobre la dirección que encaminará la futura administración en materia económica, comercial, de política exterior y de cambio climático.
La primera ministra británica, Theresa May, podrá explicar por primera vez a la selecta audiencia de Davos sus planes de cara a las negociaciones del “brexit” (salida del Reino Unido del bloque comunitario) con la UE.
Y Anthony Scaramucci, miembro ejecutivo del equipo de transición de Trump, será preguntado por la audiencia por los planes del presidente electo una vez esté en la Casa Blanca y confrontado con la realidad.
Teniendo en cuenta estos cambios, el Foro celebrará sesiones como el futuro de la UE sin el Reino Unido, la desunión europea o perspectivas para EEUU.
Con todo, “es significativo en muchos aspectos” que sea el presidente chino, Xi Jinping, el que inaugure mañana el Foro, ha señalado el presidente y fundador del mismo, Klaus Schwab.
Es el primer presidente de China en acudir al Foro y se prevé que deje claro que el gigante asiático está dispuesto a llenar el hueco que dejarás EEUU ante su previsible repliegue como defensor de la liberalización y de grandes tratados comerciales.
El cambio climático, la amenaza del terrorismo y la crisis de refugiados también siguen presentes en las mentes de los líderes y ciudadanos, al igual que las próximas elecciones en Francia, Alemania y Holanda, donde los partidos populistas esperan ganar terreno entre los votantes.
El Foro ha organizado sesiones sobre los refugiados, la redefinición de la agenda de seguridad de Europa, la guerra en Siria y la lucha contra el Estado Islámico en Irak, y sobre las políticas del miedo o la rebelión de los olvidados.
Todo este contexto obliga a los líderes políticos y económicos a demostrar a los ciudadanos que todos pueden beneficiarse en esta sociedad, ha dicho Schwab, y a contrarrestar todo enfoque simplista como lo hace el populismo.
Por ello este año el Foro abordará, en 400 sesiones de debate, cómo reforzar el crecimiento global sin dejar atrás a los ciudadanos, reformar el capitalismo de mercado sin cerrar las economías al mundo y fomentando la inclusión social, prepararse para la cuarta revolución industrial y redefinir la cooperación global.
Y por ello Davos incluye paneles sobre el fomento de la inclusión y la competitividad, el futuro del bienestar o la gobernanza de la globalización.