[dropcap]U[/dropcap]n portafolio de inversión bien diversificado está formado por diferentes clases de activos que generan un rendimiento competitivo con el mínimo nivel de riesgo posible.
Esto último se debe a que activos financieros, tales como acciones, renta fija y materias primas, tienen una correlación inversa. Cuando usted diversifica sus inversiones, al margen del comportamiento económico, algunos de los activos siempre saldrán beneficiados.
A continuación, analizaremos cómo realmente funciona la diversificación de su portafolio, dependiendo del tipo de activo en cual se invierta.
Una economía en plena fase de crecimiento es muy favorable para la renta variable, ya que la aversión al riesgo disminuye y la propia demanda sostenida en el tiempo tiene un efecto alcista en los precios de las acciones.
Por otro lado, los bonos suelen ser los productos financieros preferidos por parte de los inversionistas cuando la economía se ralentiza y esto se debe principalmente a que las personas están dispuestas a ganar menos a cambio de una reducción del riesgo.
Los precios de las materias primas fluctúan en función de la oferta y la demanda, es decir, no están alineadas con los ciclos económicos, como es el caso de las acciones y los bonos.
La combinación apropiada del porcentaje invertido en las diferentes clases de activos dependerá de su perfil de inversionista. No hay una medida exacta o estandarizada para todos los inversionistas, por lo que debe de asesorarse con un consultor financiero y diseñar un portafolio de forma que sea consistente con sus objetivos financieros.
Es importante estructurar su cartera de inversión de manera que esté alineada con los ciclos económicos correspondientes a cada clase de activo y con su tolerancia al riesgo.