[dropcap]E[/dropcap]s muy probable que la mayoría de los dominicanos desconozca de qué se trata o a qué se refieren las operaciones repos. Es más, el tema podría resultarle extraño, lejos de su día a día y que, por vía de consecuencia, ni sea interesante. Pero no debería ser así.
En sentido macro, según plantea el Banco Central, constituyen un instrumento de política monetaria, lo que implica un impacto directo en la estabilidad de precios, que es lo mismo que en la oferta y demanda de dinero en el mercado.
Hay que tener claro que el dinero, cual si fuera un plátano, arroz, yuca o batata, es una mercancía que se transa (se negocia) en un mercado de oferta y demanda. Por supuesto, funciona mejor en una economía perfecta.
Según el Banco Central, su utilidad está en las operaciones de contracción y expansión monetaria al plazo de un día hábil, por medio de subastas públicas competitivas y de ventanillas directas de facilidades permanentes con las entidades de intermediación financiera.
La finalidad es contribuir con un manejo más eficiente de la liquidez de corto plazo de las entidades para incidir en que las tasas de interés interbancarias converjan hacia la tasa de interés de política monetaria.
Además, se busca fortalecer la señal de política monetaria enviada a través de la tasa de referencia. Indica que este mecanismo está orientado a inducir que las entidades de intermediación financiera tengan una participación más activa en el mercado interbancario y en las subastas de letras y otros instrumentos de inversión del Banco Central.
En el caso de República Dominicana, el Banco Central utiliza las operaciones repos como un mecanismo de política monetaria, o sea, una forma de intervención en la oferta y demanda de dinero en el mercado local.
Para tener una idea, durante septiembre se negociaron, a través de esta modalidad, RD$186,264.6 millones, de los cuales RD$117,983.3 millones, equivalentes a un 63.3%, fueron por ventanilla directa de depósitos remunerados de corto plazo. El resto, o sea, RD$68,281.3 millones (36.7%), fueron a través de subastas de letras a un día.
Por la ventanilla directa de “repos” (operaciones de expansión), según el informe de septiembre, se negociaron RD$7,926.4 millones.
Definición de repos
Y como define el reglamento, las repos son operaciones de expansión de liquidez de corto plazo realizadas por el “reportador” a favor del “reportado”, en la que éste último utiliza como colaterales títulos-valores emitidos por el Banco Central y por el Ministerio de Hacienda, con el compromiso de efectuar el pago del valor de vuelta en la operación.
Según destaca BBVA en su página institucional, es una operación de recompra en la que una entidad financiera vende a un inversor un activo con el compromiso de comprarlo en una fecha determinada a un precio determinado. También se conoce como reporto. En inglés se identifican como “Repurchase Agreement o Sale and Repurchase Agreement”.
Explica que se suelen realizar con títulos de deuda fija, especialmente con títulos de deuda pública como letras, bonos y obligaciones del Estado, pues es un buen garante.
El pacto de recompra se realiza a un tipo de interés determinado, por lo que el inversor recibirá su dinero más un beneficio. Los tipos de interés ofrecidos dependerán de los tipos de interés de la deuda pública.
BBVA señala que en este tipo de operaciones el inversor proporciona un préstamo a la entidad financiera, solo que garantizado con un título de deuda pública. Por lo general, se trata de una forma de obtener liquidez a corto plazo para los bancos, aunque, por supuesto, es un instrumento que se ha vuelto común en las estrategias de política monetaria de los bancos centrales.
Clasificación de las operaciones repos
En términos más llanos, acudir a una “operación repos” es muy parecido a ir a una casa de empeño. Cuando un agente o cliente necesita dinero se le concede a cambio de dejar algo en garantía. En este caso, en vez de ser un bien físico o inmueble, a lo que se refiere es a un activo de deuda pública.
BBVA explica que los repos existen desde la primera mitad del siglo XX, aunque no se popularizaron hasta los 70 y 80 con la informatización de las inversiones. Hoy en día los “repos” son habituales en los mercados y muy utilizados por firmas para obtener liquidez con la que financiar otro tipo de operaciones.
Los repos pueden ser de varios tipos. Se empiezan distinguiendo por su duración, pues un contrato puede ser desde un día a varios meses. También pueden ser bilaterales o trilaterales.
En los “repos” bilaterales el banco o entidad financiera que ofrece el “repo” es su custodio, mientras que en los trilaterales es una tercera parte neutral quien custodia.