[dropcap]R[/dropcap]epública Dominicana ha venido incrementando la generación de divisas de manera constante en los últimos años. Sin embargo, no es suficiente. La expansión económica ha sido tan acentuada que la demanda apunta a ser mayor.
Resulta un imperativo que el país asuma con responsabilidad este tema. Apostar al conocimiento como herramienta para generar riquezas, partiendo de los sobrados ejemplos que hay en Asia, debe incluirse en la agenda económica dominicana.
La Asociación de Industrias (AIRD) ha considerado fundamental incrementar la generación de divisas como forma de reducir el déficit de cuenta corriente y de evitar que se incremente el endeudamiento externo. Los industriales temen que se llegue a un punto en que se ponga en riesgo la estabilidad macroeconómica de la que goza el país. Tomar previsiones es de inteligentes.
Campos De Moya, en su calidad de presidente de la AIRD, fue lo suficientemente explícito al expresar la preocupación del sector privado al ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Isidoro Santana, de aprovechar la estabilidad macroeconómica de que goza el país, pero consideró que se trata de un ciclo que debe aprovecharse para llevar a nuevos niveles la productividad del sector industrial dominicano, así como el monto de las exportaciones.
Los industriales tienen razón. Si bien ha habido un incremento en la generación de divisas a través del turismo, la inversión extranjera y las remesas, no menos cierto es que las exportaciones nacionales y de zonas francas están en un período difícil. El desarrollo de la industria y del conocimiento productivo es fundamental para lograr la sostenibilidad que garantiza estabilidad en el tiempo.
“El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo juega y debe seguir jugando un papel clave: la realización continua de investigaciones que permiten elaborar propuestas de políticas que contribuyan en hacer de la industria nacional la principal bandera de la generación de divisas, de empleos de cada vez mayor valor agregado y, por lo tanto, de mayor bienestar social”, sostuvo De Moya.
Poner atención a tiempo evita grandes crisis. Tal y como publicáramos en la edición pasada, los esfuerzos que ha realizado el Gobierno para mantener la disciplina fiscal y mejorar las recaudaciones fiscales no han sido suficientes para financiar el presupuesto de gastos y las demandas sociales del país. Las demandas sociales crecen como espuma, pero en el horizonte cercano no se divisan planes para fortalecer el apartado productivo, que sí es un generador de oportunidades.
La deuda pública consolidada representa más de la mitad del PIB. Las advertencias del Fondo Monetario Internacional en este sentido son muy conocidas. Para pagar hay que generar divisas, pero desarrollando el potencial que tiene República Dominicana. En el mundo hay muchos espejos en los cuales se puede mirar este país.
Los industriales también indicaron que es importante sostener la equidad tributaria y continuar la lucha contra el contrabando, falsificación e informalidad de bienes, así como la lucha contra la evasión de impuestos. Hay que hacerles caso, más que como empresarios, como dominicanos que confían en la estabilidad macroeconómica a través del tiempo.