[dropcap]L[/dropcap]a importancia del sector turístico dominicano es cada vez más visible en las finanzas públicas.
Los resultados de los últimos años, en términos de generación de divisas, ubican al turismo en una de las posiciones más privilegiadas, con mayor ponderación, entre aquellos sectores que más ingresos aportan al producto interno bruto (PIB).
Entre enero de 2012 y junio de 2016 el turismo aportó a la economía US$24,930.8 millones, lo que no deja duda sobre cómo impacta en el sector externo. Su contribución y crecimiento han sido constantes. En 2012 aportó US$4,686.6 millones, en 2013 fueron US$5,063.5 millones, un incremento absoluto de US$376.6 millones, un 8%. En 2014 el aumento también fue significativo, al ingresar US$5,637.1 millones, US$573.6 millones, un 11.3%. El año pasado, por ejemplo, fue la primera vez que pasó de los US$6,000 millones, otra muestra de que el país mantiene su liderazgo en la generación de divisas en la región del Caribe.
Según los datos del Banco Central, durante 2015 el turismo generó divisas por US$6,153.1 millones, un aumento absoluto de US$516 millones, o un 9.1% respecto al año anterior.
El turismo también ha mantenido una alta ponderación en el renglón de generación de divisas totales. De los US$11,752.2 millones que ingresaron en los primeros seis meses de este año, US$3,390.5 millones fue una contribución del turismo, equivalentes a un 28.8%.
En términos generales, los ingresos por divisas, que comprende además zonas francas y remesas, se incrementaron un 3.2% con respecto al mismo período del año 2015, o sea, una diferencia absoluta de US$358.9 millones.
¿Qué información extra dejan estas cifras acerca de la contribución del turismo a la economía dominicana? La primera está relacionada con la necesidad de valorar en su justa dimensión cuáles variables se mueven positivamente porque así lo hace este sector. Quizá los productores agropecuarios, de la agroindustria, de la industria del mueble; empresarios del transporte e industriales del ron y otras bebidas, así como los cientos de miles de familias que dependen directamente de esta actividad económica están en capacidad de decir lo que significa para ellos el turismo.
En otra perspectiva está el Estado. La política de atracción de inversión extranjera y una correcta estrategia de promoción dirigida por el Ministerio de Turismo, no sólo a través de las ferias más importantes en las que regularmente participa el país, sino con un programa constante de incentivo interno para que la oferta se diversifique, constituye otro punto a tomar en consideración.
Con un Ministerio trabajando a toda capacidad, con un entorno internacional favorable y una población consciente de la importancia del turismo para la estabilidad económica, habrá razones más que suficientes para no sólo justificar el crecimiento que de por sí registra el sector, sino para que ese desarrollo llegue a todos con equidad.
Los dominicanos están en la obligación de apostar a un sector turismo más allá hacerlo importante como una fuente generadora de empleos y divisas, sino porque también ha quedado demostrado que es el canal más idóneo para dar a conocer lo que produce la empresa nacional y porque promociona a República Dominicana también como destino de inversión.