[dropcap]M[/dropcap]ucho se ha hablado de los nombramientos en la nueva administración de gobierno. Las críticas han llovido desde todas las esferas, ángulos y sectores. Sin embargo, lo justo es no prejuzgar.
¿Quién dijo que un agricultor no puede ser un buen Presidente? ¿Quién dijo que un abogado no puede ser un mal Presidente? Todo depende de la actitud del individuo. El país tiene sobrados ejemplos de buenos y malos ciudadanos, sin que su calificación o resultados hayan estado relacionados con su cualificación profesional.
Nadie, aunque sea un súper funcionario, está en capacidad de caminar solo en las responsabilidades que se ponen sobre sus hombros. Si hay un excelente equipo de técnicos, si las intenciones son las mejores y si hay apoyo con recursos suficientes, los resultados también serán excelentes. Esperar un chin más no cuesta nada.
Los ojos de la sociedad están sobre aquellos que hoy están, más que obligados, en el deber de hacerlo bien, por ellos y por el país.