[dropcap]E[/dropcap]l recién posesionado alcalde del Distrito Nacional, David Collado, es, sin duda, un rostro fresco en la política dominicana, aunque su experiencia en la función pública ya está probada en la Cámara de Diputados. Su carrera hacia el ayuntamiento de la Ciudad Primada de América estuvo repleta de escepticismo, incluyéndolo.
¿Cuál es la principal responsabilidad de Collado ahora como alcalde? Es muy probable que la mayoría coincida en dos o tres aspectos o tareas urgentes: recogida de basura, ordenamiento del tránsito, iluminación y rescate de algunas áreas históricamente abandonadas y hacer cumplir las disposiciones municipales, tales como evitar la obstrucción de las aceras o fortalecer el cobro de los arbitrios.
Desde mi punto de vista estas tareas no constituyen la principal responsabilidad que tiene David Collado al frente del principal cabildo del país. Ya estas responsabilidades vienen en el paquete. El Congreso Nacional y el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) están al cruzar la calle, uno en frente del otro. Sin embargo, la distancia en cuanto a sus responsabilidades es muchísimo más distante.
Para nadie es un secreto que, independientemente de las consideraciones que haya de la pasada gestión, sean estas positivas o negativas, se sentía un alejamiento sensible entre los munícipes y las autoridades. Y el distanciamiento no era sólo físico. Considerarlo cierto o falso quedará bajo la responsabilidad de la historia.
Nuca estará de más recordar que Santo Domingo, como la principal capital del Caribe y la Primada de América, recibe cientos de miles de turistas cada año, quienes llegan con la ilusión de ver dónde se inició la urbanización en América, sin dejar de mencionar el primer asentamiento europeo en La Isabela, Puerto Plata.
¿Por qué, por lo menos, la señalización no está en dos idiomas, como sí lo toman en cuenta algunas de las más importantes ciudades turísticas en el mundo? Hay que evitar que el turista transite adivinando, con el consecuente riesgo que eso implica.
Con esta simple descripción de lo que le espera al alcalde David Collado, todo indica que su principal responsabilidad está en lograr que la ciudadanía recobre la esperanza de que se puede llegar a ser un funcionario transparente, que trabaja pensando solo en los colores de la Patria y que quedar bien ante el país, no ante los intereses particulares, es su mayor satisfacción.
Está obligado a quedar bien. Y no lo está porque sí, o porque sea una meta personal; debe quedar bien porque con su gestión se evaluará a toda una generación de dominicanos que apuesta a un país con ejemplos a seguir. Su gestión, probablemente, será una de las más vigiladas por la opinión pública. Apostemos a su éxito, que es el éxito de todos.