[dropcap]L[/dropcap]a industria textil local ha tenido sus altas y sus bajas, pero en la actualidad vive un buen momento. A pesar de la competencia desleal que implica la importación de roba usada y no usada en pacas, así como la presencia de prendas de vestir de zonas francas que se comercializan de manera irregular en el mercado local, la Ley 56-07 le concede a las empresas textiles nacionales un tratamiento que se equipara al de las zonas francas en cuanto a exenciones y facilidades impositivas.
Esto, combinado con la decisión del Gobierno de comprar el 20% de los bienes que demanda el Estado a micro y pequeñas empresas dominicanas, ha implicado el resurgimiento de la industria textil, con la agregada visión de superación de las unidades productivas que la integran.
Uno de los productos textiles de mayor venta en el país es el llamado pantalón vaquero “jeans”, al que en los años 70 se le llamaba de “fuerteazul”, pero que ha evolucionado por sus variados estilos y modelos.
Diversas marcas de jeans dominicanos se destacan como Opal, Blue Country, Zebú, Passiton, Conquest, entre otras no menos atractivas que compiten en calidad, aunque no en fama, con reconocidas marcas internacionales.
La Asociación Dominicana de la Industria Textil (Aditex) estima que en el país se producen y venden alrededor de 500,000 jeans nacionales, a los que se agregan los internacionales.
Aditex agrupa a 50 empresas textiles que generan alrededor de 5,000 empleos.
Jeans Zebú
En 1995, David Cortés, presidente de la empresa Calidad a Tiempo lanzó al mercado su línea de jeans Zebú, dirigida a damas y caballeros. La marca se destaca por ofrecer calidad y vanguardia. Posteriormente, lanza la línea Zebú Khakis compuesta por pantalones casuales para satisfacer las necesidades de gente que busca un estilo más formal y una amplia gama de colores para elegir.
Las colecciones de jeans Zebú se distinguen por prestar particular atención a los diseños, tendencias y herrajes, elaborados con tejidos de Europa y Brasil. Hoy en día la marca tiene presencia en los principales puntos comerciales del país. Calidad a Tiempo tiene sus instalaciones en la Zona Industrial de Herrera, Santo Domino Oeste.
Opal Jeans
Esta marca es fabricada en República Dominicana por la empresa EddyMed, propiedad de Eddy Medina, quien además de mediano empresario es un corredor de maratón, por lo que sus principales actividades de promoción van en la dirección de patrocinar maratones y competencias deportivas.
EddyMed mantiene alianzas con tiendas por departamentos para la colocación de su marca Opal y las variedades Skinny, Leggings, Desgastados, Nevados y Drapeados. Además ofrece al público los estilos Titanium, Platinum, Premium, Adventure y Clásico con variados cortes rectos, tubitos, campanas, semiabiertos, diversos colores, bordados y aberturas. Industria EddyMed & Compañía está ubicada en el sector Los Restauradores de esta capital.
Blue Country Jeans
Global Textil Group es la empresa fabricante de la marca de jeans Blue Country, la cual lleva 17 años en el mercado nacional y se destaca por la promoción de un estilo juvenil y refrescante. Diógenes Méndez y Jean Carlos López son los principales ejecutivos de esta empresa que se interesa en participar de los eventos de moda más importantes del país, a los fines de promocionar su marca en diversos modelos de “denim”, también conocido como “fuerteazul”.
En el año 2015 Blue Country recibió la acreditación de calidad ISO 9001, con lo cual consolidó sus procesos de producción bajo estándares internacionales.
Blue Country, Global Textil Group tiene su fábrica en la calle San Juan de la Maguana, casi esquina Ortega y Gasset, en el sector Cristo Rey.
Jeans Passiton
Industrias Pichardo Herrera, propiedad del empresario Rafael Pichardo, es la que fabrica y comercializa la marca de jeans Passiton (pass it on), que significa “pásalo”. Es uno de los jeans más populares, especialmente los estilos para damas en sus variados colores y modelos. Pichardo Herrera y su diseñadora Yndra Rodríguez han puesto énfasis en adaptar los patrones a las características de los cuerpos de hombres y mujeres dominicanos, del Caribe, distintos a los moldes que traen los jeans de marcas extranjeras.
La marca Passiton se promueve con atractivas vallas y el slogan “Me hace diferente” en todo el país. Industrias Pichardo Herrera tiene sus instalaciones en la calle Presidente Vásquez del sector Alma Rosa, en Santo Domingo Este.
“Denim” o “Fuerteazul” para la confección de “vaqueros”
Jean se traduce al español como “vaquero” y originalmente se produce con un tejido denominado mezclilla o denim, usado en la confección de ropa de trabajo. No se conoce su origen con exactitud, aunque hay estudios que lo ubican en la Edad Media.
En la localidad de Nimes, en el sur de Francia, se ubica el Museo del Desierto, en el que se muestran evidencias de pantalones, chaquetas y chalecos hechos en “tela de Nimes” (denim), teñida con azul, de donde se origina su identificación como tela de “fuerteazul”.
Esa tela de lona comenzó a hacerse popular debido a su resistencia y durabilidad, por lo que se empleaba para velas de barcos, toldos y tiendas de campaña.
A mediados del siglo XIX, en 1853, en San Francisco, California, el comerciante Levi Strauss decidió usar las lonas que se utilizaban en la fabricación de tiendas de campaña para hacer ropa de trabajo para los mineros, debido a su resistencia. Esos pantalones eran del color marrón que caracteriza a las lonas. Otros comerciantes genoveses teñían esas telas con un pigmento azul, procedente de Java y de la India, que luego, en 1873 fue patentado por Strauss con su nombre.
En los años 70, los jeans o vaqueros se hicieron tan populares que la mezclilla se usaba para prendas de alta costura. Esto fue posible gracias a la utilización de enzimas como catalizadores para la producción del denim. Ese proceso tardó más tiempo en países como República Dominicana, donde el jean todavía es visto como una prenda de vestir informal, que con el tiempo se combina con una chaqueta para usarlo en determinadas actividades.
Hasta los años 90 habían discotecas y otros establecimientos en el país que no permitían la entrada de personas con jeans, una tendencia que ha cambiado profundamente impuesta por la moda y los inevitables cambios que implica en la forma de vestir.