Tras la crisis financiera de 2008 Estados Unidos mantuvo su tasa de política monetaria en casi cero. La referencia máxima era de 0.25%. Fue un período calificado de extraordinario para impulsar la recuperación económica.
Ahora, mientras el mercado laboral da señales positivas y la economía crece a un ritmo aceptable, la Reserva Federal le subió un cuarto de punto porcentual para llevarla a 0.50%.
Según Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal, esta acción marca el final de un periodo extraordinario de siete años de tipos cerca de cero para apoyar la recuperación de la economía tras la peor crisis financiera y recesión desde la Gran Depresión.
Todos los agentes económicos y entendidos en la materia saben que cualquier movimiento en la política económica de Estados Unidos provoca un efecto dominó en las demás economías. Los estadounidenses no tocaban las tasas desde antes de la crisis de 2008. Esta subida en los tipos de interés es la primera desde 2006.
Es casi seguro que las autoridades monetarias dominicanas vigilan muy de cerca los acontecimientos en Estados Unidos, por lo que ahora habrá que esperar cuál será su decisión en la reunión de fin de mes y de cierre de año. La Reserva Federal de Estados Unidos está esperanzada en que el comportamiento de la economía le permite hacer ajustes graduales en su política monetaria.
Este movimiento en los tipos de interés en Estados Unidos, tomando en cuenta el efecto que tiene en los mercados de capitales, obliga a replantear las proyecciones que hicieron las autoridades en cuanto al pago del servicio de la deuda y lo que se hará para poner en oferta RD$114,000 millones para cubrir el déficit del Presupuesto de 2016.
Este 2015 será recordado como el año en que el Banco Central bajó las tasas de interés, pero es muy probable de que el próximo será recordado como todo lo contrario, dado la influencia que tienen en el país las decisiones económicas en Estados Unidos. Además, es previsible que de continuar el deslizamiento de la tasa de cambio recomendado por el FMI sea necesario ajustar por otros lados.
La estabilidad macroeconómica es una de las banderas principales con que cuenta la gestión de las autoridades monetarias, logrando mantener a raya todos los indicadores. La inflación es la mejor muestra de que ha habido éxitos, dejando, incluso, algún margen para subir las tasas de interés.
Lo que acaba de suceder en Estados Unidos, con esta subida de las tasas, también debería alertar a las autoridades gubernamentales respecto a la urgente necesidad de disciplina en el gasto. Cuando se generan déficits es necesario recurrir a deudas para cubrirlo, pero si el mercado de capitales dispone de dinero a precios muy altos, entonces las consecuencias son peores.
La presidenta de la Reserva Federal comentó que los riesgos derivados de la economía global se “han reducido”, pero, por supuesto, ella sólo se refiere a la economía de Estados Unidos.
Los más pequeños, y más aquellos países cuyo crecimiento se ha visto impulsado por un rápido financiamiento, tendrán que ver qué sucede de aquí en adelante. Habrá que salir de la zona de confort en que han estado los mercados, tomando en cuenta que el costo del dinero permitía endeudarse hasta para reengancharse.