[dropcap]L[/dropcap]a Oficial de Género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en República Dominicana, Raissa Crespo, considera que en las últimas décadas el mundo ha sido testigo de importantes cambios sociodemográficos, ambientales y económicos que han planteado nuevos retos para lograr un desarrollo amplio y equitativo basado firmemente en el paradigma del desarrollo humano.
A su entender, en el contexto de transformación de las estructuras productivas, se observa que el empleo disponible privilegia mayoritariamente a los hombres, desaprovecha el logro educativo de las mujeres y no consigue eliminar la sobrecarga en las labores domésticas de las mujeres, a quienes en adición se les adjudica el cuidado de los demás miembros de la familia.
Según las proyecciones demográficas de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) las mujeres representan el 50.9% en la región, lo que equivale a más de 300 millones de personas. Sin embargo, dice, se insiste en tratarlas como un grupo minoritario o vulnerable, pues muchas de ellas tienen condiciones de vida y de trabajo precarias y enfrentan situaciones de persistente discriminación.
Esta realidad ha llamado la atención de la Fundación Popular y del Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD), que a través de una alianza estratégica interinstitucional, implementarán un proyecto para fortalecer e impulsar la inclusión económica, financiera y social de unas 3,000 mujeres de escasos recursos en la provincia Valverde, para mejorar su autonomía económica y aumentar su participación en el tejido productivo local.
Se estima que la iniciativa impactará unas 30 organizaciones de la sociedad civil de la provincia Valverde, que a través del proyecto fortalecerán los conocimientos y capacidades técnicas de sus féminas, intercambiarán experiencias con otros grupos y desarrollarán emprendimientos enfocados en mejorar la cadena de valor.
Además, las mujeres participantes obtendrán las herramientas para lograr un mayor nivel económico e integración en la toma de decisiones locales.
En esta provincia la población femenina se encuentra en clara desventaja laboral, salarial y ocupacional frente a los hombres.
Esta alianza, que tiene una vigencia de 16 meses, fue rubricada por Manuel A. Grullón, presidente del Grupo Popular y del Banco Popular Dominicano, y Lorenzo Jiménez de Luis, representante residente del PNUD en República Dominicana.
Por parte del Grupo Popular, Grullón expresó su satisfacción con el alcance del programa, porque “los grupos productivos de mujeres de la provincia Valverde tendrán un mejor acceso a oportunidades de crédito de manera sostenible”, ya que el proyecto capacitará a sus participantes en manejo financiero, emprendimiento y formalización de empresas, identificación de oportunidades de negocio, el uso de tecnologías de la información y la comunicación, y la formación en igualdad de género, liderazgo y desarrollo económico local, tomando en cuenta la sostenibilidad ambiental en las actividades productivas y la interlocución entre los actores públicos y privados.
“Esta importante iniciativa, que conecta con la Estrategia Nacional de Desarrollo auspiciada por el Gobierno central, refuerza la promoción del desarrollo productivo, especialmente, de las Mipymes y contribuye a eliminar las brechas de género y las limitaciones territoriales”, indicó el presidente del Grupo Popular y del Banco Popular Dominicano.
En tanto, el representante residente del PNUD, señor Jiménez de Luis, manifestó que la iniciativa impulsará el empoderamiento y la participación de las mujeres de Valverde a nivel territorial, mediante la mejora de sus capacidades y el acceso a recursos para que sean proveedoras de su propio sustento y el de sus dependientes.
Con este proyecto, tanto Fundación Popular como PNUD buscan aportar al desarrollo sostenible de esta población rural femenina, que padece altos niveles de pobreza y desigualdad, menos oportunidades y mayores restricciones para entrar al mercado laboral formal.
La tasa de desocupación
Vencer el desempleo sigue como uno de los principales retos en la economía dominicana. Estadísticas recientes del Banco Central establecen que la tasa de desocupación abierta juvenil es de 20.8% para las mujeres y de 11.8% para los hombres.
La diferencia evidencia que en el mercado laboral hay una brecha que va en perjuicio de las mujeres de entre 18 y 24 años, justo el rango de edad en que se prevé que una joven o un joven se integren a la población económicamente activa.
Según el Departamento de Cuentas Nacionales, a abril de este año, hay una disparidad entre los ingresos por hora que recibe una mujer y un hombre que tienen un empleo formal. Para ellos, la hora promedio vale 90.63 pesos y para ellas, 85.74. Respecto al sector informal, el ingreso promedio por horas trabajadas para hombres es de 71.74 pesos y para mujeres, 53.62.
Una mujer con solo estudios primarios, según el Banco Central, gana RD$46.79 en promedio y un hombre con iguales estudios RD$61.67. Destaca que cuando se trata de estudios secundarios las mujeres ganan RD$54.11 y ellos, 77.41. En promedio, las jóvenes egresadas de universidades devengan RD$112.35 y los universitarios RD$155.65.