[dropcap]L[/dropcap]a historia de deportistas dominicanos de ascendencia haitiana data de los últimos 20 años. Es más frecuente encontrarlos en el béisbol de las ligas menores, las que han firmado jóvenes con estas particularidades, no sin antes asegurarse de que tengan todos sus documentos de identidad en orden.
Identificar a estos jugadores no es tan fácil, ya que en muchos casos no llevan el apellido que pudiera indicar su ascendencia haitiana, asegura el presidente de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC), Juan Francisco Puello Herrera.
Resalta que República Dominicana no discrimina a jugadores con estas características, porque lo que importa es el talento. “Esta nación no menosprecia a nadie, ni por raza ni color”, añade el dirigente deportivo.
En tanto que el secretario general de la Federación Dominicana de Futbol (Fedofútbol), Rolando Miranda, expresó que los equipos locales de fútbol no cuentan con atletas de origen haitiano, pero sí con refuerzos nacidos en Haití, como es el caso del equipo de fútbol de la Universidad OyM.
Miranda indicó que en la liga existen alrededor de 30 haitianos reforzando a los conjuntos locales.
El dirigente deportivo enfatizó que los estudiantes haitianos, en las universidades dominicanas, cuando deciden practicar esta disciplina lo hacen como locales, por su condición de alumnos, lo que les permite disfrutar de todos los beneficios, como si fueran totalmente dominicanos.
El cronista deportivo, Emilio -Cuqui- Córdova, quien ha escrito 14 libros sobre béisbol y figuras del deporte, expresó a elDinero que en la época del béisbol romántico, cuando se jugaba más por pasión que por dinero, no accionaron peloteros con esas características.
Poco se sabe de deportistas criollos de décadas atrás, cuya ascendencia sea haitiana. Sobre este asunto los historiadores del deporte dominicano no han escrito ningún material específico que pudiera sustentar los rumores que siempre han rodado sobre peloteros quisqueyanos con esos rasgos.
Esto podría tener su explicación en el hecho de que el béisbol no es un deporte tradicional en Haití, como es el fútbol.
La presencia de beisbolistas haitianos es más frecuente en eventos internacionales recientes, actividades en donde accionan peloteros no profesionales.
El encargado de operaciones del Escogido, José Gómez, expresó que los beisbolistas dominicanos de ascendencia haitiana no manifiestan esta característica como un orgullo, aunque en los últimos años esto ha cambiado un poco.
El año pasado los Gigantes del Cibao, tuvieron en acción a Yandel Gutave, de origen haitiano, quien está cotizado como un excelente prospecto en Estados Unidos. Otros peloteros que tienen esta condición de acuerdo a Gómez, son Miguel Sanó y Félix Pie, entre otros.
Algunos de estos atletas no han sido firmados por equipos profesionales debido a problemas con los documentos de identidad.
Otros peloteros de estirpe haitiana que han desfilado por el béisbol dominicano, de acuerdo con cronistas, son Julián Yan, quien fuera entrenado en los años 90 por Epifanio Guerrero, considerado como uno de los más destacados cazatalento dominicano. Yan es una de las figuras emblemáticas del Club Toros del Este.
También están Eduardo Dennis, quien nació en el batey Guerrero de El Seybo; Ruddy Yan, Máximo Nelson, Alberto Lois (fallecido), Adolfo Joseph, Miguel Sanfren y Juan Senreiso, entre otros.
Puntualizaciones
En Taekwondo participan dos dominicanos de ascendencia haitiana, llamados Bernardo y Luís Pie. Estos hermanos ganaron medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2014, celebrados en Veracruz, México. Estos nacieron en Bayaguana.
Los directores administrativo y de elegibilidad de la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal), Junior Páez y Ramón Ceballos, respectivamente, expresaron que en esta disciplina deportiva no se tiene registro de la participación de baloncestistas nativos con ascendencia haitiana.
Cronistas sostienen que muchos de estos atletas de ascendencia haitiana no lo manifiestan, por temor a ser tratados con indiferencia. Algunos no llevan el apellido de origen para no ser reconocidos fácilmente.